Barça y Real Madrid deleitan con un 'clásico' trepidante (2-2)
Sergi Roberto fue expulsado antes del descanso. Cristiano se lesionó y no jugó la segunda parte. El Barça se mantiene invicto en Liga. Fue el último 'clásico' de Iniesta.
Si alguien pensaba que el 'clásico' iba a ser descafeinado y que no iba a servir para nada, se equivocaba. En lo clasificatorio es cierto: nada ha cambiado. Pero este partido es la mejor publicidad para el fútbol español.
Barcelona y Real Madrid se dejaron la piel y demostraron que, aunque no haya nada en juego, sí que hay mucho sobre el césped. El Camp Nou vibró con un encuentro trepidante, en el que los equipos dieron lo máximo para imponerse a su rival.
Y eso que el Madrid se juega la temporada en tres semanas con la final de la Copa de Europa en Kiev ante el Liverpool. Pero dio igual.
A los 9 minutos el encuentro ya marchaba 1-0 para los locales merced a una gran jugada entre Messi y Luis Suárez, que el uruguayo resolvió con maestría al primer palo.
Seis minutos después, una extraordinaria jugada colectiva del Madrid a la contra terminó con un centro desde la izquierda que Benzema cedió en área pequeña para que Cristiano Ronaldo anotara el empate.
Ronaldo, lesionado
La mala suerte y el ímpetu del juego hizo que Piqué pisara sin querer al portugués, que se dobló el tobillo, dejando caras de preocupación en la parroquia blanca.
Sin embargo, esto es un Barça-Real Madrid y nadie se lo quiere perder. Ronaldo aguantó lo que quedaba hasta el descanso, cuando fue sustituido por Marco Asensio.
Antes, su equipo había dominado con claridad tras el empate y tuvo ocasiones clarísimas para marcharse al vestuario con ventaja en el marcador.
Pero no definieron los hombres de arriba, especialmente un errático Benzema, que tuvo un par de opciones claras para adelantar a los suyos.
Expulsión de Sergi Roberto
A esto se sumó que el partido se tornó en bronco. Gareth Bale debió de ser expulsado tras perder el juicio en un balón que se perdía por la banda y que luchó hasta tal punto que pisoteó uno de los gemelos de Umtiti.
Pero quien vio la roja fue Sergi Roberto, al que tampoco acompañó la cordura cuando chocó con Marcelo y respondió con un manotazo directo al rostro. Exageración o no del brasileño, lo del culé fue una torpeza que le salió cara al Barça.
Tras el descanso, ya con Asensio en la cancha, el Madrid no supo aprovechar su ventaja numérica. De hecho, parecía que el Barça se encontraba hasta cómodo.
Messi vale por dos
Y apareció el de siempre. Porque a Messi le da igual ocho que ochenta. Él es feliz con el balón en los pies y así lo demostró cuando, en un contragolpe, aprovechó un buen pase de Luis Suárez a la frontal y, en apenas dos toques, puso el esférico con la zurda inalcanzable para Keylor Navas.
El portero madridista sostuvo a los suyos una noche más al desbaratar un mano a mano con Messi y otro gran disparo del argentino.
El Madrid aguantó. Zidane introdujo a Lucas Vázquez por Nacho y liberó de ocupaciones defensivas a Bale. El galés, ya más suelto, fue el protagonista del empate definitivo.
Tras una buena jugada de su equipo, la pelota fue a parar a Asensio, que vio a Bale entre líneas y allí la puso para que, con una técnica excelsa, introdujera el esférico por la escuadra derecha de Ter Stegen.
Fue la guinda a un partidazo que tuvo otro detalle de emoción más: la despedida de Andrés Iniesta de este tipo de partidos. El centrocampista jugó su último 'clásico' y fue sustituido en la segunda parte entre la ovación del respetable, que se puso en pie.
Siempre recordaremos a Iniesta y siempre recordaremos este Barça-Real Madrid.