"Ni disparos, ni violencia, ni odio": Así fue el robo del siglo en Francia
Jaques Cassandri se sienta años después en el banquillo porque han reabierto el caso.
Jacques Cassandri, una de las figuras del hampa de Marsella, autor confeso del "robo del siglo" en un banco en Niza en 1976 se sienta a partir de esta semana en el banquillo de los acusados aunque solo por el blanqueo del botín que sustrajo y que invirtió en diversos bienes propiedad de su familia.
Cassandri llegó al Tribunal Correccional de Marsella acusado junto a sus hijos y otros familiares de haber invertido la parte que se quedó de los 46 millones de francos de la época (unos 7 millones de euros) sustraídos de una agencia de Société Générale de la localidad mediterránea francesa.
El comando de ladrones aprovechó el fin de semana del 16 y 17 de julio de 1976, cuando las oficinas estaban vacías, para penetrar a través de un túnel que habían cavado desde las cloacas, perforar el muro de la caja fuerte y llevarse 317 cofres que los clientes tenían allí depositados. Dejaron escrita con tiza una frase que se hizo famosa: "ni disparos, ni violencia, ni odio".
Durante mucho tiempo, los investigadores y la justicia estuvieron convencidos de que la operación estuvo dirigida por Albert Spaggiari, un delincuente de origen italiano -antiguo miembro de la organización terrorista de ultraderecha OAS- que fue detenido en Niza en octubre de ese mismo año, pero que consiguió evadirse cinco meses después del despacho del juez de instrucción que le estaba interrogando.
Spaggiari fue condenado en rebeldía a cadena perpetua pero no volvió a ser capturado, y murió en 1989 a los 56 años en Italia, víctima de un cáncer de garganta.
Cassandri desdijo esa versión cuando en 2010 -una vez que el delito había prescrito- publicó, bajo seudónimo, un libro titulado La Verité sur le casse de Nice (la verdad sobre el robo de Niza) en el que declaraba haber sido el cerebro de ese golpe, y que Spaggiari no fue más que un simple ejecutante del equipo. El problema para él es que esas revelaciones permitieron reabrir el caso pero con otra dimensión.
Teniendo en cuenta el "patrimonio considerable" que tiene sin haber trabajado nunca, los investigadores llegaron a la conclusión de que "la fortuna de Jacques Cassandri y por consecuencia de la familia Cassandri tiene su origen oculto en el botín obtenido del robo de Niza", según la acusación.
Cassandri nació en Córcega hace 74 años y se crió en Marsella, se convirtió desde los años 1960 en una de las cabezas visibles del hampa de esa ciudad y fue condenado en la década siguiente por su implicación en redes de tráfico de droga importada de Sudamérica.
Su abogado, en declaraciones publicadas por Le Parisien, afirmó que el libro de 2010, sobre cuya autoría no hay dudas puesto que la policía encontró el original en su ordenador, es una novela que no ofrece pruebas incriminatorias.
Y aunque el letrado reconoció que se quedó con dos millones de francos del golpe de Niza, se gastó rápidamente ese dinero.