El caso Diana Quer reabre el debate sobre la prisión permanente revisable
El padre de la joven lanza una petición en Change para que no se derogue que ha alcanzado ya los 1,3 millones de apoyos.
La prisión permanente revisable vuelve a saltar del Código Penal a los titulares. Introducida en el articulado en su reforma de marzo de 2015, ahora los principales grupos de la oposición tratan de derogarla con iniciativas parlamentarias porque, como ya defendieron tres años atrás, entienden que se trata de un eufemismo que encubre la cadena perpetua. Como el PP ya no tiene mayoría absoluta en la Cámara Baja, ahora sí se le puede dar la vuelta a la norma.
Sin embargo, el debate se reabre en un momento de alta sensibilidad social, cuando parece probable que este tipo de condena se aplique, por ejemplo, a José Enrique Abuín Gey -conocido como El Chicle-, supuesto asesino de Diana Quer. El padre de la joven, Juan Carlos Quer, ha lanzado una iniciativa en Change.org que ha superado ya el millón y medio de firmas pidiendo que se mantenga esta condena en el ordenamiento español. "Necesito entender que la muerte de mi hija sirve para algo", ha declarado, justificando su pelea judicial. "Lo que mi hija me dice desde el cielo es: 'Papá, vamos a ayudar a las personas', y eso hago", señaló en el programa Desaparecidos de TVE, convencido de que "hay que proteger a la sociedad de psicópatas y asesinos que están puestos en libertad".
¿Estamos entonces ante una "conquista social" que protege a las víctimas, como defienden los populares, o un paso atrás que viola la oportunidad de reinserción y de educación de un delincuente, como insisten sus opositores?
PARA EMPEZAR: ¿QUÉ ES LA PRISIÓN PERMANENTE REVISABLE?
La condena que ahora se pone en entredicho fue aprobada por el PP en la primera legislatura de Mariano Rajoy y consiste en una pena de prisión en principio por tiempo indefinido, que depende de revisiones que pueden servir para que el preso recupere la libertad, en función de su comportamiento y su grado de reinserción y de arrepentimiento. Sus defensores se agarran al argumentario de que con ella se busca impedir que los delincuentes más peligrosos que no han demostrado capacidad para reinsertarse en la sociedad puedan volver a ella, poniendo en peligro la seguridad de las personas.
Hasta que se introdujo esta prisión, el Código Penal establecía el cumplimiento sucesivo de penas en caso de acumulación de varias, pero con unos topes máximos de 25, 30 o 40 años de cárcel, según la gravedad de las penas. Para los populares, con tres o cuatro décadas entre rejas no se garantiza que determinados delincuentes salgan a la calle en condiciones de no delinquir más.
La prisión permanente revisable, obviamente, no se puede aplicar a cualquier delito; sólo se contempla en los casos de asesinato en los que concurra una específica circunstancia agravante.
Lo que establece el Código Penal es que cuando se haya cumplido parte de la condena, entre 25 y 35 años, un tribunal debe revisar nuevamente si es justo o no mantener al preso privado de libertad. Esta revisión de oficio se puede hacer cada dos años. También se puede revisar el caso cada vez que el recluso lo solicite. Si se desestima su libertad, no podrá pedir que se examine su caso hasta un año después. Hoy sólo David Oubel, conocido como el Parricida de la Moraña, que asesinó a sus hijas de nueve y cuatro años en el verano de 2015, cumple con este pena.
¿EN QUÉ CONSISTE LA PETICIÓN DEL PADRE DE DIANA?
Más de 1,5 millones de internautas han firmado ya en Change.org la propuesta del padre de Diana Quer, asesinada en la madrugada del 21 al 22 de agosto de 2016 en la localidad coruñesa de Puebla del Caramiñal cuando regresaba de las fiestas del pueblo, para que la prisión permanente revisable siga en el ordenamiento jurídico español. La iniciativa no sólo proviene de él, sino también de las familias de otras víctimas cuyos casos han conmocionado al país: los de Marta del Castillo, Mari Luz Cortés, Ruth y José (los hijos de José Bretón) y Candela y Amaia (hijas del asesino de Moraña, Oubel).
(Puedes seguir leyendo tras la foto...).
Según Javier Sánchez, responsable de prensa y campañas de Change en España, la petición iniciada por Quer en la noche del pasado 18 de enero "ha sido la que más rápido ha crecido en la historia de la plataforma en nuestro país". El viernes 19, cuando el padre de Diana inició su campaña y estuvo apareciendo en medios de comunicación (como el Hoy por Hoy de la Cadena SER) llegó a conseguir picos de más de 623 firmas por minuto. Ese mismo día se sumaron más de 217.000 personas a su campaña. El sábado lo hicieron otras 72.000, el domingo 150.000 y el lunes 181.000, abunda.
La iniciativa, en apenas cuatro días, se ha situado entre las que más tirón han tenido en la citada plataforma, superando el millón como ya lo hicieron las propuestas para repetir el juicio por el asesinato de Marta del Castillo (del que justo hoy se cumplen nueve años, que tiene 1,6 millones de apoyos), la petición de dimisión de Rajoy por los papeles del extesorero del PP Luis Bárcenas (1,2 millones), una propuesta para lograr financiación para una investigación contra el cáncer en la Universidad de Granada (1,2) y otra para eliminar la reválida de la ESO y el Bachillerato (un millón).
Como explica Sánchez, "a la petición de Juan Carlos Quer se le añaden, en su momento de nacer, las más de 400.000 firmas que había conseguido la petición de Rocío Vieitez [la madre de las niñas de Moraña], que fue iniciada el 18 de julio de 2017. Así fue explicado a sus firmantes en el momento de unir ambas peticiones porque ambas pedían lo mismo. Su petición empezó a crecer con muchísima velocidad desde la tarde de Reyes del 5 de enero. Ese día se sumó la familia de Diana Quer a la campaña con el propio Juan Carlos Quer firmando la petición y comentando públicamente. El lunes 8 de enero se sumaron más de 125.000 personas a su petición. El jueves 11 otras 96.000 personas se sumaron".
"Ojalá pudiéramos volver atrás y evitar los trágicos asesinatos de nuestros hijos, pero la dura realidad es que tan sólo puede llegar a reconfortarnos un objetivo", dice la iniciativa. Y ese objetivo es que no se derogue la prisión permanente revisable, "contemplada para casos de extrema gravedad", con la que lograr "una sociedad más segura, más justa y más solidaria". "Las cinco familias, ajenas a cualquier ideología política, nos hemos unido en esta gran lucha con la esperanza de evitar que se vulneren los derechos más elementales del ser humano y que otras familias tengan que vivir nuestro calvario. Por eso, hoy más que nunca, necesitamos tu firma en esta petición", prosigue.
Los impulsores de la iniciativa destacan que las encuestas indican que la sociedad española (ocho de cada diez) es favorable a esta pena, que con ella "no se renuncia –como algunos creen– a la reinserción del condenado" y que la contemplan países como Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Bélgica, Austria o Suiza, sin que se vulnere este derecho.
Quer escribe que los movimientos en el Congreso les han hecho acelerar su petición, para que no se pierda este tipo de condena. "Aún estamos a tiempo", enfatiza.
En declaraciones a Antena 3, Antonio del Castillo, padre de Marta, ha defendido que la prisión permanente revisable debe mantenerse como "una manera de previsión para la sociedad", ya que "es muy duro lo que pasamos las familias que perdemos a un ser querido". Es la misma línea que defiende el padre de Diana: lo que le ha pasado a su hija o a Marta puede sucederle a cualquiera. "Ellas nos han unido en la defensa de su memoria", concluye Quer.
¿QUÉ SE ESTÁ TRAMITANDO EN EL CONGRESO?
En octubre pasado, el Congreso de los Diputados daba luz verde a una iniciativa para pedir al Gobierno la derogación de la prisión permanente revisable, tres años después de su entrada en vigor y en una nueva legislatura donde las sumas ya no son tan favorables para el PP. Ahora esa proposición se encuentra en la Comisión de Justicia para su debate.
La mayoría absoluta de la que disfrutaba Rajoy en la X Legislatura le llevó a reformar el Código Penal para introducir la pena de la prisión permanente revisable -que una de las medidas estrella del exministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón- o "cadena perpetua", como la ha llamado siempre la oposición, que recurrió esta figura penal ante el Tribunal Constitucional.
En la legislatura actual, sin embargo, el PNV presentó una proposición de ley que el Pleno del Congreso debatió y tomó en consideración hace tres meses, gracias al apoyo que recibió de toda la oposición (PSOE, Unidos Podemos y todos los independentistas, que llevaban ya esta derogación en sus programas electorales), a excepción de Ciudadanos, que optó por abstenerse.
(Puedes seguir leyendo tras la foto...).
El PP insiste en defender esta pena y, de hecho, ha redactado un argumentario para que todos sus dirigentes la expliquen, como ha desvelado Europa Press. Además, ha impulsado una proposición no de ley en el Congreso para que sus contrarios rectifiquen y mociones en los ayuntamientos a favor de esta disposición. Apoyándose en la "corriente muy mayoritaria" que ha alzado la voz en la petición de Juan Carlos Quer, el vicesecretario de Política Autonómica y Local popular, Javier Arenas, ha insistido en que es una medida "extraordinaria", para "casos de extrema gravedad", que hace "compatible a reinserción y la la seguridad".
El PP ha aprovechado, de paso, para atacar al partido de Albert Rivera por no mojarse "en temas tan trascendentes", pero es que Ciudadanos siempre suele hacer lo mismo: abstenerse cuando ve que hay mayoría suficiente para tumbar a Rajoy. La formación naranja siempre se ha mostrado favorable a la derogación y apuesta por "cumplir íntegramente las penas" en los delitos de extrema gravedad.
El portavoz de Justicia del PSOE en el Congreso, Juan Carlos Campo, al calor del caso Quer, dijo es una pena "innecesaria" y "una contradicción en sí misma". "Lo que es permanente no es revisable y lo que se revisa no es permanente", defiende, recalcando que esta medida no endurece las penas y solamente ha aportado "populismo punitivo". Se opone a la idea de una "cadena perpetua" de entrada (aunque sea revisable a partir de los 25 años de prisión), incluso en delitos de terrorismo o asesinatos de menores, una postura compartida con los demás partidos que apoyan la derogación.
Pablo Iglesias, el líder de Podemos, se ha mostrado solidario con el padre de Diana, pero insiste en que "no se puede legislar en caliente", porque las leyes no deben basarse en "la venganza". "Hace falta un sistema penal eficaz que no se fundamente en la venganza, sino en la protección de las mujeres y de las víctimas", insiste.
¿QUÉ PIENSAN LOS PROFESIONALES?
José Luis Pascual, presidente de ACAIP, el sindicato mayoritario de funcionarios de prisiones, se opone a la prisión permanente revisable, ahora, como lo hizo tres años atrás, por el mismo motivo: no es lo mismo "que recuperemos a aquellas personas que son retiradas de la sociedad porque han cometido un delito a que nos convirtamos en un almacén de personas que entren sin esperanza". "El efecto disuasorio que tienen las penas privativas de libertad, sin ninguna duda, va dirigido hacía otro tipo de delitos, hacía un tipo de delitos que es más habitual y cotidiano, más hacia el delincuente habitual", incide.
La asociación Jueces para la Democracia ha denunciado reiteradamente que la prisión permanente revisable tiene un carácter "inhumano y degradante" y que resulta "contraria a la Constitución". Sostiene que se vulnera el "principio de reinserción social" de los reclusos y su introducción tuvo lugar en mitad de una ola de "populismo punitivo" y para actuar sobre los "mecanismos emocionales" de la población.
"Cualquier código penal que eleve el horizonte temporal de las penas, de alguna manera, está alejando la reinserción del sujeto, que es el objetivo que nuestra Constitución exige. No nos parece un avance, sino un retroceso", defiende igualmente la Unión Progresista de Fiscales.
Ahora hay que esperar a que se aceleren los trabajos en el nuevo periodo de sesiones del Congreso para ver cómo avanzan las propuestas y si alguien cambia de opinión. De lo contrario, la oposición vencerá a Rajoy.