Algunos padres de alumnos escondieron las urnas del 1-O en sus casas
"Se ha hecho todo con una discreción absoluta".
A las 6 de la mañana, una misma pregunta circulaba entre los cientos de personas concentradas ante el Instituto Serrat i Bonastre de Barcelona: ¿Dónde están las urnas?. Los que habían pernoctado en el centro de votación confirmaban que dentro no habían visto ninguna. Los minutos avanzaban -según la orden del TSJC, las seis era la hora límite para desalojar los colegios- y las cajas para depositar los votos no aparecían.
¿Quién tenía las famosas urnas mostradas por la Generalitat el pasado viernes? La respuesta no andaba lejos: los propios padres del Instituto las habían custodiado discretamente en su casa durante las últimas dos semanas.
A las 6:45, un turismo plateado se ha parado a escasos 100 metros del colegio y han bajado cuatro personas con las urnas dentro de bolsas de basura. La imagen, todavía con la calle a oscuras, invitaba más a pensar que se trataba de material de contrabando que no de cajas de plástico para depositar votos. La mayoría de los asistentes se ha puesto a aplaudir, mientras que otros pedían silencio y rogaban no difundir en las redes la llegada de las urnas.
Según ha podido confirmar El HuffPost, el Govern repartió discretamente durante los últimos días varias urnas a algunos de los padres de los centros educativos. Esa vía, sin embargo, no ha sido la empleada en todos los casos. Algunas llevaban ya unos días guardadas en los propios colegios. En otros sitios como Sant Julià de Ramis (Girona), donde tenía que votar el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, las urnas llevaban días escondidas en la iglesia del pueblo. En todos los casos se trasladaron en pequeñas cantidades y con muchísima discreción desde un almacén situado en un punto desconocido.
"No te voy a contar cómo me las trajeron, pero te puedo asegurar que se ha hecho todo con una discreción absoluta", ha reconocido uno de sus portadores bajo condición de anonimato. Esta persona, que ha reconocido ser padre del centro, no ha querido dar detalles sobre quién le trajo las urnas a su casa o sobre cómo se desarrollaron sus comunicaciones con el Govern.
Fuentes de la ANC conocedoras del proceso han añadido que el Govern ha guardado especial cuidado en las comunicaciones con estas personas para que la Guardia Civil no entrara en sus casas.
Las existencia de las urnas para el referéndum ilegal que se ha realizado este domingo se convirtieron desde hace meses en un objeto de misterio. Tras declarar desierto el pasado junio el concurso para adquirirlas, Puigdemont aseguró en una cena privada que el Govern ya las tenía.
Desde ese momento, se generaron teorías de todo tipo: desde que estaban escondidas en el sótano de un consulado de una ex república báltica hasta que las custodiaba el Ayuntamiento de Barcelona. Otros afirmaban que nadie tenía esas urnas hasta que la Generalitat las mostró 48 horas antes de la votación. Al final era todo mucho más sencillo: estaban en las casas de los padres.