Human Rights Watch denuncia el "uso sistemático de la tortura" en Egipto
"La impunidad ante el uso sistemático de la tortura ha dejado a los ciudadanos sin ninguna esperanza de justicia", desvela la ONG.
La ONG Human Rights Watch (HRW) denunció este miércoles el "uso sistemático de la tortura" en Egipto contra los presos políticos y aseguró que es una práctica "endémica" que debería ser investigada y que podría considerarse un "crimen contra la humanidad".
"El presidente (egipcio Abdelfatah) Al Sisi ha dado luz verde a la policía y a los funcionarios de los servicios de la Seguridad Nacional para que usen la tortura cuando quieran", aseguró el vicedirector de HRW para Oriente Medio, Joe Stork, en un comunicado difundido hoy.
Con motivo de la publicación de un informe en el que la ONG investiga este fenómeno, Stork agregó que "la impunidad ante el uso sistemático de la tortura ha dejado a los ciudadanos sin ninguna esperanza de justicia".
Según dicho documento "los funcionarios de la agencia de Seguridad Nacional del Ministerio del Interior usan la tortura para forzar a los sospechosos a confesar, a divulgar información o para castigarlos".
Se trata de una acusación lanzada asimismo por otras ONG internacionales y nacionales y que rechazan las autoridades egipcias, que sostienen que los incidentes de tortura detectados son "casos aislados".
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UN MAL ENDÉMICO
HRW aduce que, aunque la tortura es una práctica "endémica" en el país desde la era del dictador Hosni Mubarak (1981-2011), las denuncias de estas prácticas "se extendieron desde que el entonces ministro de Defensa Al Sisi derrocó al presidente Mohamed Mursi en 2013".
La ONG entrevistó a 19 expresos y a la familia de otro reo que fueron detenidos y torturados entre 2014 y 2016, además de a abogados y defensores de los derechos humanos en el país.
"Desde el golpe militar de 2013, las autoridades egipcias han arrestado o imputado a al menos 60.000 personas, ha habido cientos de desapariciones forzosas, se han emitido cientos de sentencias de muerte, se ha juzgado a miles de civiles en tribunales militares y se han creado al menos 19 nuevas prisiones para alojar a los detenidos", advirtió la nota.
Asimismo, HRW pidió a Al Sisi la designación de un fiscal especial e independiente con capacidad de inspeccionar los centros de detención, así como investigar y perseguir los abusos que cometan las fuerzas de seguridad.
Asimismo, subrayó que, de acuerdo a la legislación internacional, la tortura es un crimen que puede ser perseguido en cualquier país.
En este sentido, instó a los países de la ONU que investiguen a los funcionarios egipcios acusados de "cometer, ordenar o asistir en torturas", y al Comité Contra la Tortura de la ONU que abra una investigación sobre Egipto y publique sus resultados.