Y se dijeron las cosas a la cara
Sánchez afea a Díaz la abstención y la presidenta de la Junta le reprocha sus "bandazos" y derrotas electorales
Y se dijeron todo a la cara siete meses y medio después. En la sala Ramón Rubial, donde se vivió el cainita Comité Federal del uno de octubre, Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López han protagonizado este lunes el único debate antes de las primarias del 21 de mayo, que ha servido para que la andaluza reprochara al ex líder sus "bandazos" y derrotas electorales y para que el madrileño le afeara la "abstención gratis" y la cercanía a la derecha.
Todo esto ante la atenta mirada del exlehendakari, que se ha reivindicado como el candidato que no quiere hablar del "pasado" y como el "voto útil" ante la polarización del partido. Y es que el PSOE llega roto, fracturado, al borde de la escisión ante este proceso de primarias y con la sensación de que será una pelea por un puñado de papeletas. En la mente de todos también hay una obsesión: cómo lograr la unidad a partir del día siguiente.
Los candidatos llevaban días hablando de un debate de "guante blanco" y entre compañeros. Pero, sin rebasar los límites de la educación, los tres aspirantes han entrado en un cuerpo a cuerpo de acusaciones y de reproches por la actitud de cada uno durante los dos años de Sánchez como secretario general.
Un tiempo doloroso para los socialistas, según han compartido los candidatos. Para Díaz, el problema de todo está en el fracaso electoral de Sánchez. "Tu problema no soy yo, tu problema eres tú. La gente que ha trabajado contigo no se fía de ti. Deberías hacértelo ver", le ha afeado la presidenta de la Junta de Andalucía, que ha prometido que si el PSOE no remonta electoralmente con ella, se irá "sin hacer ruido". "Todo el mundo quiere ganar y no todo el mundo puede. Hay quien se ha presentado dos veces y ha sacado los peores resultados. Hay un PSOE que gana al PP y otros que nos han llevado a los peores resultados ante un PP tóxico e infame", ha apuntillado.
Sánchez, en cambio, ha sacado a la luz la falta de lealtad que a su juicio han tenido Díaz y el grupo de barones afines a ella desde que llegó a Ferraz. Y le ha recordado las veces que le han cuestionado en los medios. Su relato es que con él habrá un PSOE "sin notables", un partido "creíble", de izquierdas y del "siglo XXI". Y, ante las críticas por sus derrotas electorales, ha soltado: "No soy presidente porque Iglesias no quiso, no soy presidente del Gobierno porque puse encima de la mesa unas condiciones. Otros le dieron la abstención al PP gratis". Con un aviso: la victoria de Díaz puede llevar a los socialistas a una tercera posición en las elecciones.
Pimpampum. El debate, moderado por la periodista Carmen del Riego, ha estado trufado de apelaciones directas. "No mientas, cariño", le interrumpía Díaz a Sánchez al hablar sobre Cataluña y las definiciones de nación de cada uno. "Veo, Susana, que no me has contestado", le decía en otro momento Sánchez. "No te voy a difamar con un titular de un medio de derechas", señalaba más tarde la líder del PSOE-A.
Si durante la campaña López ha estado arrinconado en un plano secundario, el debate le ha sentado mejor para presentar su modelo frente a la batalla Díaz vs. Sánchez. El exlehendakari ha querido hacer calar la sensación del "momento delicado" del partido. Por eso, se ha comprometido, si gana, a llamar a los otros dos candidatos el día siguiente para decir: "Se ha acabado la broma". Y se pondrá a trabajar para la integración y estará a la "disposición" si gana otro.
Eso sí, López hablaba, pero Sánchez iba directamente a por sus votantes. Por eso, ha dicho que ha incorporado las ideas del programa del vasco a su documento programático. "Yo respeto que tú llegues hasta el 21 de mayo y haya una papeleta con tu nombre, pero que sepas que este proyecto es nuestro proyecto y que tus propuestas están incluidas en el que yo estoy encabezando", ha cortejado.
Sus apelaciones a la militancia han sido contrarrestadas por Díaz y López poniendo en valor sus experiencias de gestión en Andalucía y País Vasco. La presidenta de la Junta ha insistido en el mensaje que el PSOE es la "izquierda útil", que cambia las cosas a través del BOE y no con "pancartas y soflamas".
En este esprint final cada uno ha marcado su perfil. Díaz se ha afanado en plasmar que ella representa un "rumbo cierto" y que asumirá en primera persona la responsabilidad. Además, ha querido despejar las dudas que se vierten contra ella por supuesta cercanía a la derecha diciendo que ella es socialista de izquierdas en su "vida privada y pública". "¿Le conviene al PP el que ha tenido las dos derrotas mayores de la historia del PSOE o la candidatura que le gana en otros territorios?", ha preguntado la líder del PSOE andaluz, molesta con la "teoría" de que Génova la prefiere a ella.
Sánchez se ha presentado como el único capaz de llevar a la izquierda al PSOE y se ha apoyado en gráficos en los que sus datos aparecían en rojo y los de Díaz en azul, el color del PP, mostrando que es el candidato preferido por los votantes del PSOE. Y es que un debate tiene también mucho de símbolos, de visual, de imágenes, de ropa.
Díaz ha aparecido con blusa roja y pantalón rojo, al estilo de su lema 100% PSOE. Sánchez ha optado por una camisa azul pálido -se ha quitado su ya mítica chaqueta de cuero minutos antes- y López ha escogido una chaqueta oscura y camisa blanca. La situación del PSOE se ha visualizado también en la escenografía. El sorteo ha hecho que en cada esquina estuvieran los dos favoritos y en el centro estaba López. Sánchez ha sonreído más y Díaz tenía un gesto más serio. Conforme avanzaba, se ha visto también una mayor conexión entre el vasco y la andaluza ante las lanzas del ex líder.
El madrileño ha hecho bandera, mientras tanto, de la "coherencia". "Pido el voto para luchar contra el PP por ser la primera fuerza política en este país, para no condenarnos a languidecer y ser terceros o cuarta fuerza porque nos hemos unido a la derecha en sus políticas", ha dicho.
LOS DEMONIOS ESCONDIDOS
Este debate socialista tenía también muchos demonios escondidos en los cajones. Sánchez ha sacado una espina dolorosa y ha dicho que fue el último en enterarse de que Díaz había decidido adelantar las elecciones andaluzas. La líder del PSOE-A ha recordado el malestar por la inclusión de Irene Lozano en las listas del 20-D después de las veces que había insultado al PSOE. López se sinceraba y reprochaba que le llamaran "traidor". Más leña. La presidenta de la Junta le ha espetado a Sánchez que engañó a Felipe González y que José Luis Rodríguez Zapatero, que tanto le ayudó, no se fía de él. Y el exlíder se ha acordado de la secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, y su conocida frase de la "única autoridad del PSOE soy yo".
En el PSOE hay temas sin resolver que vuelven a enfrentar a los candidatos cada cierto tiempo. La relación de Podemos es uno de ellos. Díaz sigue en su discurso de que le sacó mucha ventaja en las andaluzas y Sánchez ha subrayado que el PSOE debe reconectar con la izquierda y con aquellos que mostraron su indignación en el 15-M. "Yo sé que quiero ganarle a Podemos y al PP, lo que no sé es qué quieres hacer con Podemos", le ha dicho la andaluza a Sánchez. El antiguo secretario general le ha contestado que no cree que Guillermo Fernández Vara, Ximo Puig o Javier Lambán -grandes apoyos de Díaz- se hayan "podemizado" por pactar en sus autonomías con los morados.
Y tenía un dardo envenenado al siguiente segundo al decir irónicamente que no cree que Díaz o López se hayan derechizado por haber pactado con Cs y el PP, respectivamente, en sus autonomías. El exlehendakari le ha respondido rápidamente y ha explicado que acordó con el PP para combatir a la banda terrorista ETA y dejar atrás la confrontación en Euskadi, algo que "cambió la historia de este país". "Pasamos del conflicto permanente a la tranquilidad y vivir en paz", le ha recordado.
Podemos, el Comité Federal, la abstención... y Cataluña. Otro de los fantasmas que siempre divide al PSOE. Díaz y Sánchez también se han enfrentado por el modelo territorial. La presidenta de la Junta ha reivindicado que todos los españoles saben perfectamente lo que piensa y ha criticado que el exlíder tenga una visión de España cada día diferente y 19 versiones dependiendo de cada autonomía y ciudad autónoma.
"Has entrado y salido de la declaración de Granada, Pedro", le ha reprochado duramente la sevillana a Sánchez, quien ha intentado frenarla recordándole que ella votó como diputada el Estatuto de Autonomía de Cataluña en 2006 y lo informes de la fundación Alfonso Perales, en la órbita del PSOE andaluz, que hablaban de nación de naciones. López se ha colado en este rifirrafe y ha tenido uno de sus momentos de gloria al hacer esta pregunta: "Vamos a ver, Pedro, ¿tú sabes lo que es una nación?"
Una hora y cuarenta minutos de reproches, acusaciones, visiones de partido. Un debate en el que se han dicho, por fin, las cosas a la cara. Un encuentro que nos deja también frases como el "PSOE está malito", pronunciada por Susana Díaz, o "por coherencia y credibilidad, hoy estoy en el paro", de Pedro Sánchez.
Todo ello bajos los focos de la sala Ramón Rubial, en el sótano de Ferraz. Allí fue el Comité Federal, hoy ha sido el lugar del debate... y el domingo uno de los tres celebrará en esas paredes su victoria. Lo decidirán los 187.949 militantes del PSOE.