Liza Golden-Bhojwani, la modelo para la que el aumento de peso y la felicidad van de la mano
"Nunca he estado tan sana ni he sido tan fuerte. Y eso es lo único que me importa".
Cuando se encontraba en la cima de su carrera, la modelo Liza Golden-Bhojwani vivía a base de comidas bajas en calorías y hacía ejercicio religiosamente.
Aunque le llovían las oportunidades de trabajo, le estaban costando la salud y la felicidad. Después de desmayarse una tarde mientras se preparaba la cena (que consistía en 20 edamames al vapor), se dio cuenta de que tenía que cambiar algo.
A partir de ese momento, Golden-Bhojwani inició un viaje hacia el amor propio y la aceptación de las curvas que llevaba tanto tiempo intentando mantener a raya.
Aunque al principio perdió muchos trabajos por haber engordado, ahora está mucho más sana y feliz que nunca. Tal es así que la modelo, que vive en la India, utiliza su cuenta de Instagram para transmitir mensajes de aceptación a sus más de 38.000 seguidores.
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La modelo compartió una foto en la que comparaba su aspecto anterior con el actual: la foto de la izquierda es de hace años, cuando estaba en lo más alto de su carrera; la de la derecha es reciente.
Golden-Bhojwani explica que después de dejar las dietas y los entrenamientos estrictos tras desmayarse en su piso, empezó a desarrollar un gran apetito, hasta el punto de comer compulsivamente.
"Me apetecía comer cualquier cosa que os podáis imaginar y me daba todos los caprichos que me apetecían aunque sabía que estaba en un punto muy importante para mi carrera", escribe en el título de una publicación de Instagram.
Fue seleccionada para desfilar en la New York Fashion Week porque por aquel entonces no se le notaba que había cogido peso, pero para cuando llegó la London Fashion Week se dio cuenta de que el cuerpo le estaba cambiando muy rápido.
"Veía que los kilos empezaban a notarse, tanto en el espejo como en la cinta métrica, pero me callé porque, obviamente, no quería sabotearme a mí misma", cuenta.
"Iba a comprar y me ponía a coger vegetales crudos para intentar subsistir a base de ellos durante las dos semanas que iba a estar en Nueva York, pero no veía que perdiera peso por muy sano que comiera y por mucho ejercicio que hiciera".
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Para cuando llegaron la Milan Fashion Week y la Paris Fashion Week, Liza había ganado más peso y la industria no respondió de una forma muy amable. Incluso recibió críticas en las redes sociales por el tamaño de sus muslos.
"Huelga decir que tuve una temporada bastante buena de trabajo, pero no todo lo buena que podía haber sido por el peso que había ganado", recuerda.
En ese momento, la modelo desapareció del mapa. En un viaje espiritual a la India conoció al que ahora es su marido y se dio cuenta de que podía intentar conquistar el mundo de la moda otra vez, pero sin sentirse obligada a perder peso.
"Un día pensé: '¿Por qué lucho contra mi cuerpo? ¿Por qué no me limito a ir en la misma dirección que él? Voy a dejar de forzar mis propios objetivos y a escuchar a mi cuerpo. Y eso es lo que hice", revela.
"En la foto de la derecha se me ve como soy ahora mismo, se ve mi cuerpo como es. No es perfecto, no está listo para salir a desfilar ni para ser un ángel de Victoria Secret, no es el mejor, pero es mío y mi alma es feliz... Quizá no fui concebida para estar en las portadas de las revistas o en las campañas de las marcas más importantes, pero fui concebida por algo. Y merezco ser feliz y sentirme realizada. Todos lo merecemos".
Golden-Bhojwani publica con regularidad fotos de su cuerpo —a menudo sin retocar— con hashtags que promueven la aceptación del físico como #effyourbeautystandards (que significa "que le den a tus estándares de belleza"), que popularizó la modelo Tess Holliday
En otra publicación de Instagram, escribía: "Nunca he estado tan sana ni he sido tan fuerte. Y eso es lo único que me importa".
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Este artículo fue publicado originalmente en la edición británica de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.
