La insólita amistad de Antonio Banderas y Joaquín Sabina: "En recuerdo de un mes de mar, porros y vino"
El actor malagueño habló de su amistad con el cantante en el primer programa de 'El árbol de tu vida', con Toñi Moreno.
El martes por la noche Antena 3 estrenaba El árbol de tu vida, un nuevo formato de entrevistas presentado por la polémica Toñi Moreno, que con este programa vuelve a la televisión nacional. Para su regreso apostó fuerte y sentó en el sofá del plató a Antonio Banderas. La charla entre la estrella del cine y Moreno fue muy personal, como ella anunció desde el principio: "Estamos todos compinchados para hacer este programa, tu hermano Javier, tu hija Stella...". Y así fue: muchos detalles desconocidos de Banderas salieron a la luz.
Así, habló de su familia y de su tierra natal, Málaga; de Stella del Carmen, su única hija con Melanie Griffith (de quien se divorció hace casi tres años), que ya tiene 20 años y de la que dijo que "por suerte" es más calmada que él; de su actual pareja, Nicole Kimpel, de quien dice sentirse muy enamorado, "hasta las trancas"... y también habló de sus inicios, muy complicados.
Curiosamente, una de las personas que más le ayudó al comenzar su camino fue Joaquín Sabina. Banderas le conoció en Málaga y rápidamente se hicieron buenos amigos, una relación que se consolidó cuando él se fue a vivir a Madrid para intentar hacer carrera en la interpretación. Así, Moreno le entregó al actor una dedicatoria que le había querido escribir el cantautor en una antigua foto de ambos. Dedicatoria que ambos decidieron no leer al completo y de la que prescindieron de una palabra, "porros": "A José Antonio (no Primo de Rivera, afortunadamente), magnífico actor y mejor amigo, en recuerdo de un mes de mar, porros y vino. Amigos ya para siempre".
"A Joaquín Sabina yo le quiero mucho", explicaba el malagueño, que llegó a compararlo con Bob Dylan y su reciente Premio Nobel de Literatura: "Él podría llevarse un Príncipe de Asturias de Literatura, ha escrito cosas muy verdaderas, muy punzantes. Es un tío muy ingenioso, muy divertido, muy culto".
La amistad surgió cuando el cantante, en los setenta, llegó a Málaga: "Nosotros trabajábamos en un grupo de teatro, y nos hicimos muy amigos. [...] Cantaba en alguna de nuestras funciones y es verdad que pasamos una época muy bonita. Cuando me vine a Madrid, Joaquín Sabina fue una de las personas que más me ayudó"
Como Banderas ha explicado en muchas ocasiones, sus comienzos en la capital no fueron fáciles. Apenas tenía dinero y trabajaba en casi cualquier cosa que le salía para poder sobrevivir. Incluso como corista de Sabina: "Joaquín me pagaba muchísimo más de lo que me tenía que pagar por ir con él con el grupo y cantar, iba en los coros. Canté con él en Rockola, canté con él en los comedores universitarios de Madrid. Le hacía una presentación muy teatral con una chistera y vestido de frac y después me ponía en el coro y cantaba con él. Me podía haber pagado mil, por ejemplo, no sé, pero él me pagaba 15. Lo multiplicaba porque... porque me ayudó, porque simplemente es bueno, es una buena persona, y me veía muy cortito. El hombre sin yo pedírselo él lo hacía y eso nunca dejaré de agradecérselo a Joaquín".
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