Este hombre de 78 años con demencia no puede evitar bailar cuando suena Elvis Presley
La música le hace feliz.
Dicen que la música tiene el poder de aliviar al alma, y el vivo ejemplo de ello es John Sean O'Malley.
Este hombre australiano de 78 años padece demencia, una enfermedad que en ocasiones le hace estar muy inquieto y nervioso. Pero ponerle una canción de Elvis es como lanzarle un hechizo.
Le cambia el humor al instante, se calma y muchas veces incluso se le ve con una sonrisa de oreja a oreja bailoteando por los pasillos de la unidad de demencia del Hospital de Blacktown, en Sídney (Australia).
"La primera vez que Sean vino a vernos estaba muy inquieto. Intentaba escaparse del hospital todos los días porque pensaba que su hija estaba en peligro", explica al HuffPost Australia la enfermera Katie Conciatore. "Y por eso teníamos que llamarla varias veces al día. Se le veía en los ojos que había que hacer algo para cubrir esa necesidad que sentía".
Cuando ponían música en esa ala del hospital, especialmente con las canciones de Elvis Presley, el estado de ánimo de O'Malley cambiaba por completo. "La escucha constantemente y baila por los pasillos. Le calma, le ayuda a reducir el estrés y hace que sea mucho más fácil interactuar con él", asegura Conciatore.
El hospital cuenta con un programa llamado Music and Memory (música y memoria), por el que se proporciona a cada paciente un iPod cargado de sus canciones favoritas.
A través de Facebook se ha compartido un vídeo en el que se ve a O'Malley dándolo todo por los pasillos del hospital y ya lleva más de 33.000 reproducciones.
MÚSICA Y COMUNICACIÓN
"Le ha cambiado el carácter por completo", asegura Trish Scerri, hija de O'Malley. "Y en casa ya no estamos tan preocupados por cómo estará en el hospital. Sabemos que la música le ha traído muchísima felicidad".
Según la doctora Louise Walker, coordinadora de investigación de la Alzheimer's Society de Reino Unido, se ha descubierto que la música ayuda a las personas con demencia a "comunicarse, mejorar el estado de ánimo y a sentirse bien consigo mismas".
"Cantar, tocar instrumentos y escuchar música son algo más que pasatiempos agradables", aclara la doctora al HuffPost Reino Unido. "Son formas de unir a las personas que padecen demencia con sus familiares y amigos para que puedan expresarse y socializar con los demás".
"Muchos pacientes con demencia todavía tienen la capacidad de disfrutar de la música y de cantar, incluso cuando han perdido las capacidades lingüísticas", resume la experta.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición británica de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.