'Silisponge', 'beauty blender', 'evie blender'... ¿Cuál es la mejor manera de aplicar la base de maquillaje?
Los dedos y las brochas clásicas son una opción, pero el mercado avanza a pasos de gigante.
"De la herramienta con la que apliques la base depende muchas veces del resultado que quieras conseguir" asegura a Grazia la Senior Artist de la firma de maquillaje MAC, Maite Tuset. Pero hay muchos trucos y métodos para hacerlo: con los dedos como toda la vida de Dios, con brochas, con esponjas... o con los nuevos discos de silicona, la última obsesión de las influencers de belleza.
¿Cuáles son los pros y contras de cada herramienta? Repasemos.
- Beauty Blender. Es la reina absoluta de las herramientas de belleza: su forma ovalada y su textura porosa la hacen perfecta para aplicar base, sombras, colorete, polvos... prácticamente casi todos los productos de maquillaje. Importante: hay que limpiarla tras cada uso ya que atrae bacterias. "Está diseñada para conseguir un acabado efecto aerógrafo", explica Maite Tuset.
- Silisponge. Un simple disco de silicona que ha revolucionado las redes y que comercializa en exclusiva Molly Cosmetics. ¿Su punto fuerte? Está fabricado a partir de un material que no absorbe, por lo que no se malgasta producto y asegura una cobertura perfecta. ¿Lo mejor? El precio: 9 euros. ¿Lo peor? Se agota según sale a la venta, así que si quieres hacerte con él necesitarás estar muy pendiente a las redes de la firma.
- Dedos. Las manos son para muchas la mejor herramienta de belleza: "En según qué zonas ayudan a que la base se asiente mejor en la piel y se aprovecha mejor el producto", afirma Tuset. ¿Inconvenientes? Es complicado acceder a determinadas zonas, como las aletas de la nariz o la cuenca del ojo.
- Evie Blender. Aunque todavía se encuentra en proceso de producción con una campaña de crowdfunding, ya se puede empezar a reservar. Tiene forma de huevo y está hecha de silicona quirúrgica hipoalergénica, lo que la convierte en un híbrido entre la Silisponge y la Beauty Blender. ¿Lo mejor? Lo fácil que resulta limpiarla: solo necesitas agua y jabón.
- Brochas. Hasta hace poco prevalecían las de pelo natural, pero ahora ganan la partida las sintéticas: "Proporcionan una perfecta aplicación y funden el producto sobre el rostro de una forma magistral. Además son más éticas, ya que no dañan a ningún animal", recomienda Marta Gamarra, directora de Formación de Rodial. La clave está en cuidarlas bien para evitar que se ensucien de más y el pelo se estropee.