Oro verde a precio de oro amarillo
El aceite de oliva alcanza máximos en una década, hasta seis euros el litro.
La lluvia. Pasada la tormenta, todos acusan a la lluvia. Cuando sube el precio de la luz, cuando el del aceite de oliva supera máximos y empieza a resultar más coherente llamarlo oro amarillo en lugar de oro verde... la falta de pluviometría es la culpable. ¿Te parece que está caro el aceite de oliva? Sí, lo está.
¿Quién ha subido el aceite de oliva?
La botella de categoría virgen extra roza ya los seis euros en los supermercados. Y, aunque el ticket varía según tiendas y localizaciones, todas venden el litro de marca por encima de los cinco euros. El precio de Hojiblanca y La Española es de 5,99 euros en muchos supermercados, mientras que Coosur y Carbonell se comercializan a 5,98 euros y Señoría de Segura y Borges a 5,1 euros en la mayoría de lineales.
La subida se explica por una ecuación muy antigua, la de la oferta y la demanda. La primera escasea, la segunda abunda.
El olivar español produjo un 10% menos la campaña 2015/2016. No fue el único. En Italia el batacazo salió aún más caro, hasta reducir un 50% la cosecha. La de Grecia cayó un 20%, mientras que Túnez y Turquía adelgazaron cada una la suya un 15% respecto a la campaña anterior.
Tampoco hay existencias después de tres años de producciones menguantes. La despensa mundial de aceite de oliva está vacía y, ante la escasez en otros países, la distribución exterior es prácticamente española.
Hacía una década que no se encontraban precios similares, estos son incluso superiores a los de la crisis del 1995, cuando los aceites se colocaron en 500 pesetas por litro, otra vez por culpa de la sequía.
Si no, que levante la mano quien le haga ascos al líquido verde. Pan tumaca, mollete con aceite, vinagretas... Dieta mediterránea. España no es país para freír huevos en manteca.
Las marcas blancas, en cambio, aguantan por debajo de los cuatro euros por litro. Dia vende su aceite de oliva virgen extra a 3,73 euros, Carrefour a 3,99, mientras que el de Lidl (Olisone) y Eroski pasan por caja a 3,69 y 3,99 euros respectivamente.
Diferencias de dos euros entre fabricantes de marca y marcas blancas. Y esto, ¿porque pueden o porque quieren? Aquí el entuerto.
A vista de pájaro, la falta de lluvia parece el principal factor de la subida de precios. El principal, pero no el único. Así lo cuentan de primera los distintos agentes del sector. De segundas, vienen las acusaciones cruzadas y las bofetadas con guante. Dicen que hay a quien le interesa subir el precio, que hay a quien no le interesa bajarlo. ¿Porque quieren o porque pueden?
¿Quién especula con el precio del aceite?
"Pronto vamos a ver el aceite a más de cinco euros por litro". Esta es la razón que dio la cadena Dia para permitirse las agresivas ofertas de los últimos meses. La comunicó su consejero delegado, Ricardo Currás, y fuentes de la compañía la ratifican a El Huffington Post. La estrategia comercial ha provocado un fuerte malestar en la industria, que acusa a la empresa de vender aceite de oliva a pérdidas. Pero Dia no está solo, el resto de marcas blancas de supermercado se mantienen por debajo de los cuatro euros.
Con el aumento del precio en origen (2,4 euros a granel, a casi 4 el listo para consumir), Mercadona intentó tirar de los precios hacia arriba, "pero ninguno de sus competidores le siguió", por lo que hubo de recular sola, explican desde la patronal de envasadores Anierac.
En el pico de la pirámide productora, Pedro Barato, un veterano de las lindes políticas de la agricultura al frente ahora de la Interprofesional del Aceite de Oliva, quita hierro al asunto. "Al aceite no le pasa nada, ya vendrán las lluvias", se acoge cuál Mariano Rajoy ante un repunte del precio de la luz. Reconoce, eso sí, como otro miembro del Gobierno, Álvaro Nadal, aquello de que a río revuelto, ganancia de pescadores. "La cuestión es coyuntural y pasará", dice, "pero en estas circunstancias siempre hay quien se aprovecha". ¿Intermediarios?, se le pregunta. "Y distribuidores", responde.
Aunque la cosecha española, que supone la mitad de la producción mundial, ha sido solamente un 10% menor y se encuentra en la media de los últimos cinco años, la producción global ha acusado un verano muy seco. La media mundial anual es de unos tres millones de toneladas y el consumo total supera los 2,9 millones. Lo comido por lo servido, prácticamente se consume toda la producción. "Pero esta temporada hay un déficit de unas 200.000 toneladas y los precios suben", sostiene Barato. En Italia, por ejemplo, los precios en origen cerraron febrero rozando los seis euros.
Las organizaciones de consumidores hacen un análisis más turbio del alza de precios. Señalan a los intermediarios, que compran aceite a la baja antes del inicio de la campaña y alegando que se protegen frente a la sequía, entienden desde la Unión de Consumidores. Aunque el Gobierno considera que esta práctica es residual, la industria estima que alcanza el 50% de la compra de aceite.
Los envasadores desde Anierac niegan de plano cualquier tipo de estrategia comercial, y apuntan que en este alza solo hay perdedores: "Mucha gente se ha pillado los dedos al comprar de acuerdo a unas previsiones y ahora está vendiendo a pérdidas".
Precios caros ¿hasta cuándo?
"Lo habitual es que los precios se mantengan si se sigue vendiendo el aceite a este ritmo", informa Rafael Sánchez de Puerta, presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de España, "pero si desciende la comercialización las cotizaciones se desacelerará", aclara. La vieja regla: oferta y demanda siempre se ajustan, confía, quien sin embargo valora una eventual caída del consumo, aunque hacer previsiones a estas alturas del año es una suerte de ejercicio de ciencia ficción cuando de acuerdo al desarrollo normal de una campaña esos datos no podrán conocerse hasta junio.
¿Tendremos menos aceite de oliva en un futuro planeta más caluroso? ¿Los precios seguirán por tanto siendo altos? ¿Otros aceites más baratos vendrán para quedarse?
Los inviernos de temperaturas suaves y la escasez de lluvias son una amenaza para el sector si se repiten en los próximos años. De hecho, en España, la nueva producción se está desplazando cada vez más hacia el norte y ya se encuentran cosechas en Navarra o La Rioja.
La situación de precios elevados se prolongará, al menos, hasta el mes de mayo, cuando la demanda se adecue nuevamente por las previsiones de la cosecha, explican desde Anierac. Si eso no sucede, el precio continuará siendo alto y aunque para Pedro Barato los españoles no sustituiremos el aceite de oliva por otras producciones más baratas, en la OCU sí temen que los consumidores vayan a mezclar aceites con el consiguiente daño a su salud.