Page ataca a Pedro Sánchez y le exige que no ponga España "patas arriba" por "ganar cuatro votos"
El presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha advertido este miércoles de que para gobernar España "no puedes reiventarla ni ponerla patas arriba" por "ganar cuatro votos en el PSC o en otros partidos" y ha subrayado que su objetivo es que "el PSOE no termine siendo una sucursal de Podemos".
García-Page se ha pronunciado así en un encuentro informativo organizado por El Digital de Castilla-La Mancha, en el que ha recordado que tiene "discrepancias" con el candidato socialista a las primarias Pedro Sánchez, pues llegó a dimitir de su Ejecutiva, y ha afirmado que intuye que Susana Díaz aspirará a liderar el PSOE, si bien ha dicho que él lo que quiere es "apoyar proyectos".
En el caso de que ganara las primarias Sánchez, García-Page ha opinado que los socialistas entrarían "en una etapa de incertidumbre" y, con ello, ha lamentado que lo que escucha del planteamiento que hace el candidato no "responde a las preguntas ni a las necesidades que tiene el PSOE de hoy, abre problemas nuevos".
En este sentido, el presidente autonómico ha aseverado que en el próximo congreso regional el PSOE se juega "ser o no ser" y ha asegurado que, "si alguien está pensando en el modelo de partido medusa, sin columna vertebral, se equivoca", al tiempo que ha afirmado que su partido "tiene militantes y dirigentes excepcionales".
"Aunque haya algunos que hayan querido meter aluminosis en el edificio", ha aseverado García-Page y ha advertido de que ni España ni el PSOE pueden "entrar a jugar con lo que es el país, con lo que es el debate constitucional, ni estar acomplejados ni resignados con Podemos".
"Apostar por que España es un partido plurinacional no es de izquierdas: eso es ser nacionalista o hacerle el caldo gordo a los independentistas. El PSOE no es nacionalista y menos aún plurinacionalista", ha subrayado el también secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, quien se ha preguntado si el presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, "es de izquierdas ahora".
Con ello, ha insistido en que estará "en contra de dar bandazos ideológicos o identitarios", porque, "si se quiere gobernar España, no se puede ni dudar de lo que es España ni lo que es el PSOE, ni hacer un proyecto de saldos".
García-Page ha afirmado que quiere "un líder que sea tan querido en la calle como dentro" y ha abogado por que asuma "el riesgo" de dimitir si "no hay buenos resultados" electorales, al tiempo que ha pedido que el congreso no sea un "'reality show', una 'Operación Triunfo'".
Además, al ser preguntado por las colas que se formaron en el acto de Pedro Sánchez en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, ha ironizado al afirmar que, "si se abren las puertas antes, no hay colas".
También ha sido preguntado por si él aspira a ser secretario general del PSOE y ha afirmado que se tiene "descartadísimo" porque está "centrado" en Castilla-La Mancha y, además, ha considerado que "hay gente con más capacidad" para serlo "dentro y fuera del PSOE".
Sobre si abandonará el partido si Pedro Sánchez vuelve a ser secretario general del PSOE, ha explicado que él tiene que conciliar su "lealtad" a la región con su "lealtad" a su proyecto político y no va "a jugar nunca a que lo uno esté en conflicto con lo otro".
Sobre Susana Díaz, García-Page ha insistido en que no conoce cuándo presentará su candidatura "ni si lo hará", al tiempo que ha manifestado que no quiere "imaginar qué puede pasar si en un momento determinado el fracaso se entiende en Andalucía como un fracaso andaluz".
Por otra parte, respecto a la posibilidad de que el Gobierno llegue a aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña, el presidente del Ejecutivo autonómico ha opinado que "hay mucho margen de maniobra" antes de aplicar este artículo y ha apostando por "no hacer el favor a los independentistas especulando con eso".
