Un feroz opositor a los inmigrantes y los refugiados será el fiscal general de EEUU
El 'halcón' Jeff Sessions, condenado al ostracismo durante décadas, se ha cobrado ahora su revancha y se ha convertido en el fiscal general de Estados Unidos, una posición que le permitirá hacer realidad sus ideas contra los inmigrantes y aplastar el crimen con puño de acero.
Con 52 votos a favor y 47 en contra, Sessions ha sido confirmado para estar al frente de Departamento de Justicia de EEUU tras un largo y duro debate en el pleno en el que los republicanos forzaron a callarse a la senadora demócrata por Massachusetts Elizabeth Warren por sus críticas contra Sessions.
El silencio forzoso al que fue sometida Warren por decisión del líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell, se ha convertido en el mayor altavoz de sus reivindicaciones al desatar la indignación en el país, aunque no ha podido detener la confirmación de Sessions.
Senador republicano por Alabama durante 20 años, Sessions, confirmado por el Senado para dirigir el Departamento de Justicia, nunca había apoyado a un candidato de su partido para la presidencia en la campaña de primarias. Hasta que apareció Donald Trump.
En febrero de 2015, Sessions sorprendió a su partido al subirse a un escenario en Madison (Alabama) para mostrar su apoyo por el multimillonario neoyorquino con una gorra roja con su lema de campaña: "Hacer a Estados Unidos grande de nuevo" (make America great again).
SESSIONS, LA ANTÍTESIS (APARENTE) DE TRUMP
En muchos aspectos, Sessions es la antítesis de Donald Trump: voz suave y aguda, amable, inflexible en sus posiciones, hijo de un tendero, criado en el sur más tradicional de EEUU y un devoto metodista que en un par de años celebrará su aniversario de bodas de oro con Mary, su novia de la universidad.
Frente a ello, Trump se ha mostrado voluble en sus opiniones, se ha divorciado dos veces, proviene de una familia adinerada y se caracteriza por un estilo duro y lleno de exabruptos.
No obstante, los dos coinciden en su condición de rebeldes: se han enfrentado en numerosas ocasiones con la vieja guardia del Partido Republicano y se enorgullecen de compartir con la base más conservadora del partido el rechazo a los inmigrantes indocumentados y al Islam.
Sessions ha sido el precursor de ese movimiento populista, según reconoció Steve Bannon, estratega jefe del mandatario, en una entrevista con el diario Político en junio. "Ya fuese con el tema del comercio, de la inmigración o del Islam radical, Jeff Sessions ha sido el líder del movimiento, muchos años antes de que Donald Trump entrara en escena", dijo.
En numerosas ocasiones, el millonario neoyorquino ha expresado admiración por Sessions y sus propuestas de endurecer las leyes migratorias y crear una política de mano dura contra el crimen.
CONTRA EL ABORTO, EL MATRIMONIO GAY Y LOS REFUGIADOS
Ya en el Senado, Sessions fue una de las voces más beligerantes contra los proyectos legislativos que debatió el Congreso en 2007 y 2013 con el fin de abrir un camino a la ciudadanía para parte de los 11 millones de indocumentados que se calcula que viven en el país.
En sus audiencias de escrutinio en el Senado, Sessions llamó "amnistía" al programa de Acción Diferida (DACA), proclamado por decreto en 2012 por el presidente Barack Obama y que ha permitido frenar la deportación de 750.000 jóvenes que llegaron al país de niños y son conocidos como dreamers (soñadores).
Trump ha prometido usar su poder Ejecutivo para derogar ese plan migratorio y Sessions ha asegurado que respaldará su eliminación y la defenderá como nuevo fiscal general de EEUU.
Más allá de la inmigración irregular, Sessions se ha mostrado en contra de conceder visados a extranjeros para trabajar en puestos de alta cualificación porque, a su juicio, esa política impacta negativamente en los salarios de los estadounidenses y les priva de millones de puestos de trabajo.
Ha defendido en el Senado cada una de sus ideas: su oposición al aborto y al matrimonio homosexual, así como su propuesta para endurecer los controles a los refugiados e instaurar una política de mano dura para acabar con las pandillas violentas y los cárteles del narcotráfico.
SIMPATIZANTE DEL KU KLUX KLAN
Los demócratas del Senado cuestionaron a Sessions por su etapa como fiscal para el distrito sur de Alabama (1981-1993), cuando fue acusado de hacer comentarios racistas, bromear sobre el Ku Klux Klan y perseguir judicialmente a los defensores de los derechos civiles de los afroamericanos.
"Aborrezco al Ku Klux Klan, lo que representa y su odiosa ideología", se ha defendido Sessions durante las audiencias. Las acusaciones le impidieron alcanzar en 1986 el cargo de juez de la Corte del distrito sur de Alabama, puesto para el que le había nominado el entonces presidente del país, Ronald Regan.
Sessions había apostado durante años por un Partido Republicano alejado de los grandes negocios y convertido en la voz de las preocupaciones y deseos de los trabajadores estadounidenses.
Sus propuestas fueron condenadas al ostracismo. Ahora, con el respaldo de Trump, Sessions podrá cumplir su sueño y poner las leyes migratorias al servicio de los estadounidenses "de raza" y no de los intereses de las grandes corporaciones interesadas en mano de obra barata, en su opinión.