Marín: "Es compatible que Díaz sea presidenta de la Junta y líder del PSOE, pero espero que tenga la cabeza en Andalucía"
Ha llegado el momento de la evolución de Ciudadanos. El partido naranja se ha mirado al espejo durante dos días en su IV Asamblea General en Coslada (Madrid). Adiós a la socialdemocracia, los naranjas ya son oficialmente “liberales progresistas” y se preparan para entrar en gobierno regionales y municipales a partir de 2019.
Hace menos de dos años Ciudadanos daba una sorpresa y entraba en el Parlamento andaluz -en las elecciones de marzo de 2015- cuando pocos lo esperaban. Era la primera vez que los de Albert Rivera conseguían representación en una asamblea autonómica fuera de Cataluña. Desde ese momento, Juan Marín (Sanlúcar de Barrameda, 1962) se convertía en una pieza clave en la política en el sur. Y sus diputados fueron indispensables para que Susana Díaz lograra la investidura en la cuarta ronda.
Ahora la comunidad, confiesa, vive una situación “especial”. Aunque dice no tener información directa de la protagonista, tiene la impresión de que Susana Díaz se presentará a las primarias del PSOE. Él ve compatible que sea secretaria general del PSOE con seguir al frente de la Junta de Andalucía. Siempre y cuando, subraya, que la socialista “tenga la cabeza” en la comunidad: “Es su obligación”.
En esta entrevista, Marín explica que si la sevillana centra sus “esfuerzos” y su trabajo en el PSOE, Ciudadanos no se va a quedar cruzado de brazos y tomará decisiones. “Igual que apoyamos su investidura, si hace falta pedir que deje la Presidencia, también lo haríamos”, avisa. Y otra intuición: la legislatura en la comunidad no llegará hasta 2019. Se juegan muchas partidas entre Madrid y Sevilla.
¿Cómo sale del congreso de Ciudadanos?
He visto un partido muy ilusionado. Hemos sido capaces, a través de las ideas, del debate y del diálogo, de llegar a acuerdos importantes e incorporar muchas enmiendas de afiliados en distintas ponencias. Impresionado y muy orgulloso de estar en este partido y de lo que he visto en estos dos días. Espero que sea la tónica, todos juntos vamos a crecer mucho y va en una línea ascendente. Albert ha elegido un magnífico equipo. Los datos lo avalan, crecimiento brutal de afiliados en apenas dos años, más de 1.700 cargos públicos, estamos en doce parlamentos autonómicos. Pero, lo más importante, es un partido que es capaz de reformarse, refundirse y salir adelante todos unidos. Eso es lo que nos da esa posibilidad y esas ganas de convertirnos en un partido que pueda gobernar España.
¿Se siente cómodo en la definición de liberal progresista? ¿Es Juan Marín un liberal progresista?
Juan Marín es un político útil, eso es lo más importante. El espacio que nosotros ocupamos, la fuente de donde bebemos es el liberalismo y me siento totalmente identificado con la definición de progresista. Creo que también nos marca un espacio político que es el que realmente ocupamos. Ciudadanos sale del congreso volviendo a su origen, a sus raíces, a lo que la gente espera de ese partido. Es estar en el centro político más absoluto de los que ha habido en las últimas generaciones. Es verdad que estaba huérfano ese espacio. El PP y el PSOE ocupaban un centro derecha y un centro izquierda, muy a la derecha y muy a la izquierda. El triunfo de Ciudadanos es ser capaz de sumar y hacer algo que le ha sentado bien a España y a Andalucía, que no haya mayorías absolutas. Hay que sacar pecho y decirlo a boca llena, no nos lo ha regalado nadie.
Pero la eliminación de la referencia a las raíces socialdemócratas…
De una definición de un documento que persigue que aquella persona que lo lea sepa perfectamente qué está votando. Por lo tanto, hablamos de una definición, pero no renunciamos nunca a esa procedencia y esos orígenes. El debate no es un sustantivo, un adjetivo, una palabra, un punto… es más profundo. Ciudadanos hoy es lo que muchísimos millones de españoles esperan: un partido de centro, con ideas progresistas, que viene de la sociedad civil y de la clase media y trabajadora y que está actuando con sentido común, con coherencia y lealtad. Eso es fundamental en las instituciones. Lo que firmamos lo cumplimos, lo que decimos lo hacemos. España necesitaba de esa visión, de esa forma de hacer política porque hasta ahora había mucha desconfianza.
Otra de las cosas que sale del congreso es la intención manifiesta de entrar en gobiernos a partir de 2019. ¿Le gustaría que hubiera sido antes esta posibilidad?
Es una pregunta que se me hace mucho últimamente, especialmente por la situación de Andalucía. Entiendo que probablemente fuera incluso hasta necesario entrar ya en algunos territorios, pero le confieso que, a mi juicio, Ciudadanos no debe entrar en gobiernos hasta las próximas elecciones. ¿Y por qué? Nosotros adquirimos un compromiso con los españoles y los andaluces en el que dijimos que no entraríamos en gobiernos que no presidiéramos, pero sí haríamos una oposición responsable y también exigente. Ese papel la gente lo valora, nos respeta más por cumplir la palabra. Aquí sale un acuerdo que dice que en las próximas convocatorias electorales podremos ir a la calle y decir a la gente que si nos votan, Ciudadanos estará en gobiernos y lo haremos con total lealtad y honestidad. Espero, deseo y confío en que no entremos en ningún gobierno ahora y mantengamos esa palabra.
Habla de esa situación especial de Andalucía…
Es que es especial.
¿Sabe de primera mano las intenciones de la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, a la que apoyaron en su investidura? ¿Va a optar a la Secretaria General del PSOE?
Bueno, evidentemente, no soy yo quien toma esa decisión. Es completamente personal de la señora Díaz, pero, por lo que percibo, pienso que Susana Díaz se presentará a la Secretaría General del PSOE porque no lo pondría entender de otra forma. Después de todo lo que ha sucedido en estos últimos meses, no entendería ahora un paso atrás. Ni siquiera la militancia del PSOE. A partir de ahí, si ella lo hace y decide compaginar lo que es la vida como secretaria general del PSOE y seguir en Andalucía, lo respeto. Entiendo que es compatible pero espero que la cabeza la tenga en Andalucía. Ella es presidenta de la comunidad autónoma y esa es su primera obligación. Si sus pensamientos, su trabajo y sus esfuerzos los destina a otro proyecto que no sea Andalucía, Ciudadanos tendrá que tomar decisiones y probablemente tendremos que actuar porque no nos vamos a quedar cruzados de brazos. Igual que apoyamos su investidura, si hace falta pedir que deje la Presidencia, también lo haríamos.
Por lo tanto, ¿cree que tiene intención de quedarse en la Junta?
Pienso que sí, que agotará al máximo esta legislatura. No sé cuánto va a durar la legislatura, la situación nacional puede marcar mucho los tiempos y los plazos porque el PP también políticamente va a jugar con los tiempos. El PP sabe moverse muy bien y ver la oportunidad para convocar elecciones. Díaz tiene rivales a considerar, tanto el señor Sánchez y el señor López están en la partida y no lo tiene ganado. Pero si finalmente lo gana y opta a ser presidenta de España, tendrá que dejar también la Junta de Andalucía. En ese momento habría que empezar de cero con el PSOE. Ciudadanos lo ha dicho y lo mantendremos así. Le dimos un voto de confianza a Díaz y se lo dije en la sesión en el Pleno: ‘a usted, no a su partido, porque usted ha ganado las elecciones, a usted la votaron la mayoría de andaluces’. A partir de ahí, esperar acontecimientos y estar muy pendientes. Tambien le digo que no me quita el sueño esto, tengo mucho trabajo. Nuestra cabeza sí está en Andalucía, estamos todos los días en la calle con los problemas de los empresarios, de los autónomos, de los dependientes, de la gente que no puede pagar la luz, de los agricultores. Mi cabeza está ahí, hacerlo cada día mejor.
¿Teme que hubiera un adelanto electoral en Andalucía?
Podría ser, pero no lo temo porque estamos preparados para afrontarlas y salir a ganar el partido. Tenemos una estructura muy importante en las ocho provincias, con casi 20.000 simpatizantes en toda Andalucía y más de 220 agrupaciones. Hace un año y medio cuando empezamos, éramos mi jefe de prensa, algún compañero y yo haciendo campaña. Hoy tenemos estructura para hacer una buena campaña y llevar el mensaje. No tengo miedo. Si fueran mañana, estaríamos preparados. Pero, sí es cierto que mi sensación es que no llegaremos a 2019.
En la época precongresual, los críticos de Ciudadanos han puesto el dedo sobre Andalucía y Madrid por sus pactos. ¿Se sentía incómodo por ello? ¿Defiende plenamente el pacto con los socialistas? ¿Como lo evalúa?
No es que defienda el pacto con los socialistas, es que firmamos un acuerdo con el PSOE. Y mientras lo cumpla, Ciudadanos va a cumplir al cien por cien, sin ningún género de duda, como lo estamos demostrando. Y en Madrid, creo que Ignacio Aguado está haciendo un trabajo fantástico, enorme. Es una persona a la que aprecio muchísimo. Aquí tiene un acuerdo con el PP, son otras las condiciones y los objetivos, pero insisto en que estamos trabajando de igual forma en todos los sitios. Entiendo esa comparación porque son dos autonomías con mucho peso a la hora de los resultados electorales y conformar gobierno en España. Pero estamos muy cómodos trabajando como lo hacemos, porque estamos cumpliendo exclusivamente lo que firmamos. Y, cuando hay otro asunto, votamos lo que tenemos que votar y defendemos los posicionamientos que tenemos que defender. El otro día solicitamos con el PP en Andalucía un debate ordinario para plantear soluciones a la situación de la Sanidad. Todo lo que sea bueno para Andalucía va a ser apoyado por Ciudadanos, venga de donde venga.
Se ha visto en este congreso el liderazgo claro de Rivera, pero se empieza una nueva etapa. ¿Se abre más el abanico con la portavocía de Inés Arrimadas y la fuerza que va a tener José Manuel Villegas? ¿Se acabó el ‘riverismo’ absoluto y se adentran en una nueva fase?
Es que, mire, Albert es Albert. No hay dos. Tenemos la suerte de que esté en Ciudadanos, es como Messi o Ronaldo en el fútbol. El PP y el PSOE ya quisieran tener un Albert Rivera, afortunadamente lo tenemos en este proyecto. Lo que ha hecho es un acto de generosidad absoluta, ha abierto el partido a todo el mundo y ha dado más participación a nivel ejecutivo y orgánico. Albert es generoso, un tío humilde. Yo lo quiero mucho y entiendo que está haciendo lo correcto en el momento adecuado.