El Gobierno critica los "gritos y estridencias" contra Trump

El Gobierno critica los "gritos y estridencias" contra Trump

Las quejas de líderes internacionales como Angela Merkel, François Holande o Justin Trudeau ante las nuevas políticas aislacionistas de Donald Trump son “gritos y estridencias” que el Gobierno de España ni comparte ni emulará.

Ante la denuncia internacional de las medidas injustas, hipócritas y tal vez ilegales aprobadas en los primeros días por el presidente de Estados Unidos, el Ejecutivo español prefiere adoptar un perfil bajo con el fin de mantener “unas relaciones magníficas con la administración americana”, ha aclarado el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo.

Eso no obsta para que el Gobierno de Rajoy defienda sus valores y principios en sus relaciones bilaterales y en los foros internacionales. Siempre bajo la premisa de no incurrir en “gritos” o “estridencias”. “Hay otras partes del mundo que buscan hacer mucho ruido, pero nosotros haremos un trabajo continuado, eficaz y diciendo las cosas como las pensamos”, ha insistido Méndez de Vigo.

La estrategia pasa por que España siga manteniendo y defendiendo sus valores, diciendo las cosas con sinceridad y franqueza. Así se hará con Estados Unidos, tanto bilateralmente como dentro del marco de la Unión Europea o en los foros internacionales donde está presente.

En el mismo sentido se ha expresado el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis, quien ha abogado por tener unas relaciones "excelentes" con el Gobierno de Donald Trump, pero ha subrayado que "entre amigos" hay que decirse "las cosas claras". "Es lo que vamos a hacer", ha enfatizado.

LA ÉPOCA DE ZAPATERO

Méndez de Vigo ha recalcado en un desayuno informativo que, para España, es muy importante mantener una relación positiva con sus socios y aliados, a pesar de que “no siempre ha sido así en relación con Estados Unidos”, ha comentado en alusión a la “complicada” etapa del socialista José Luis Rodríguez Zapatero con el entonces presidente estadounidense George W. Bush cuando, en el desfile del 12 de octubre, el líder socialista no se levantó al paso de la bandera americana.

Una vez superada esa fase, ha avanzado que la voluntad del Gobierno es continuar “con la situación actual de unas relaciones magníficas con la administración americana”.

Méndez de Vigo ha negado que el Gobierno haya sido “discreto” en su rechazo a las políticas de Donald Trump y, respecto al muro mexicano que piensa construir Trump, ha subrayado que “desde el primer día” se dejó “muy clara” la posición de España tanto de forma pública como privada.

Hasta el momento, el Gobierno de Rajoy sólo ha hecho llamamientos al entendimiento entre EEUU y México apelando a “la sensatez, la cordura y el sentido común” de ambas partes.

Según el portavoz del Gobierno, España tiene una larga trayectoria en la defensa de la libertad de comercio, el multilateralismo y los derechos humanos —precisamente los valores que no está respetando Trump– y continuará en esa senda “sin estridencias, pero siendo eficaces”.

"SE SIENTE POR ENCIMA DE LA LEY"

Frente a la tibieza del Ejecutivo, el expresidente del Gobierno Felipe González ha preferido este martes decir las cosas claras. A su juicio, los cuatro años de Donald Trump en la Casa Blanca provocarán que Estados Unidos deje de ser el líder del mundo y supondrán "el punto de inflexión de la decadencia de EEUU". En este sentido, ha advertido de la necesidad de "no confrontar las políticas de EEUU, sino las del presidente de EEUU".

Los efectos de la política de Trump no se verán en el primer año ni en el segundo sino al final de su mandato, en opinión de González y el perjuicio se va a notar en la cohesión social y en la convivencia democrática. "El gran peligro de este señor [por Trump] es que se siente por encima de la ley", ha aseverado.

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