M Clan: "Ni Spotify ni iTunes pagan una mierda"
Están a punto de cumplir el cuarto de siglo de vida. M Clan llegó para quedarse hace 23 años. Parece que fue ayer cuando escuchábamos Carolina y Maggie despierta en bares y discotecas, y en cierto modo fue ayer. Aunque ambas hayan cumplido los 16 —las dos pertenecen al disco Sin enchufe de 2001— siguen sonando en nuestra cabeza y en muchos locales.
Donde no apareció ni una ni otra fue en el concierto Cómplices de Mahou que Ricardo Ruipérez y Carlos Tarque dieron junto al grupo Sidecars en Madrid. Ni Carolina ni Maggie salieron a escena porque hubo que seleccionar. Todavía no se han cansado de sus chicas fetiche, pero hay que dar paso a otros temas como los 14 que componen su disco Delta, publicado en el mes de septiembre. "Nunca nos cansamos de tocar nuestras canciones. Si hay algo que nos cansa, no lo hacemos. Sería un coñazo", confiesa Ruipérez a El Huffington Post minutos antes de actuar.
Su historia es muy distinta a la de otros grupos con los que ahora comparten escenario y carretera en lugar de estanterías en las tiendas de discos o espacio en los rankings de los títulos más vendidos. "Ahora los ingresos para un músico vienen del directo. Discos se venden muy pocos y, a no ser que suenen muchísimo, derechos de autor tampoco se generan muchos", continúa el guitarrista.
¿Y las plataformas como Spotify o iTunes no generan ingresos?
Ricardo Ruipérez: Esos no pagan una mierda.
Pero sirven para proyectarse, ¿no?
Carlos Tarque: Lo que sería increíble es que nos proyectaran... pagando. No es que nos proyecten, se lucran. Lo que hay que hacer es revisar los acuerdos. Estamos viviendo unos avances muy rápidos que no da tiempo a digerir. Cuando te das cuenta llevas cuatro años en una plataforma que se llama Spotify y tú estás pendiente todavía de si se venden discos físicos y los discos físicos ya han desaparecido casi al 100%. Hay que revisar los contratos y todo este tipo de cosas.
Ruipérez y Tarque hablan desde la experiencia. Publicaron su primer disco, Un buen momento, en 1995 y han vivido en primera persona la evolución del panorama musical español. Con nueve trabajos en el mercado, saben cuánto cuesta salir a flote en este sector.
¿Es más fácil ahora con todas esas plataformas o lo era entonces?
R.R: Era igual de difícil. Incluso más difícil. Había otros canales, se vendían discos, las compañías cobraban de otra forma... La industria musical ha cambiado 180 grados. Ahora es otra cosa.
Pero los canales como YouTube o el propio Spotify facilitarán el lanzamiento de los nuevos, ¿no?
R.R: Para uno nuevo es todavía más difícil. Porque hay 200.000 grupos que no conocemos y que nunca conoceremos. Antes las compañías invertían en nuevos talentos. Hoy en día es muy difícil.
C.T.: Está la doble trampa de internet. Porque tú puedes colgar en YouTube una canción y todo el mundo la escucha. Es cierto que eso antes no existía, pero ¿quién va a escuchar tu canción si hay millones de millones de canciones en la red? Tendrás que llegar a ellos y al final todo funciona a través del marketing. Puede pasar un fenómeno viral, pero lo normal es que tú pongas una canción en internet y tengas 66 reproducciones, o 152, y ahí te quedas. Hay casos como el de Vurro, un amigo nuestro que toca el piano y se pone una cabeza de vaca en la cabeza. Ha conseguido nueve millones de reproducciones con un vídeo que ha grabado en casa. Eso antes no podía suceder, pero tampoco es un reflejo de la realidad. Estos nueve millones, a no ser que estén muy bien gestionados, no quieren decir que vayas a ser una estrella.
R.R.: También puedes sacarte la chorra [le dice a su compañero] y tendríamos 10 millones de reproducciones. Tarque con la picha fuera, sería genial pero te hundirías.
La clave está en saber gestionar las herramientas...
C.T.: Básicamente en el caso de Vurro, que no se saca la polla porque es un músico que toca y que hace una cosas interesantes. Lo que pasa es que él puso el vídeo y no sabía que YouTube te pagaba si conseguías reproducciones.
M Clan comparte protagonismo en esta ocasión con Sidecars, con quienes colaboran en el disco Contra las cuerdas interpretando el tema Dinamita, curiosamente la canción más reproducida en Spotify del grupo de Juancho, Ruly y Gerbass. No es la primera vez que colaboran con otros artistas y saben que no será la última. "Creo que es lo que hay que hacer en el mundo, colaborar y juntarse. Estamos para eso", asegura Tarque, antes de empezar el concierto que supone una pausa en la gira promocional de Delta.
Hablando del disco, se dice que es vuestro trabajo más americano. ¿Estáis de acuerdo con la definición o lo calificarías de otra manera?
R.R.: Es un disco de american music que queríamos hacer desde hacía tiempo y lo diseñamos así.
C.T.: Tampoco es algo nuevo en nosotros. Hay una vertiente en M Clan que es más acústica, sonido más americano. A pesar de que hemos grabado varios discos en Estados Unidos, en esta ocasión marca todo el disco, pero no deja de ser un disco de M Clan.
¿Qué os aporta la música estadounidense?
C.T.: Desde el primer disco, nuestra manera de componer y de crear canciones es a través de la música anglosajona y a través de grupos españoles, como pueden ser Los Rodríguez, que han seguido los sonidos del rock que vienen de Estados Unidos. Entonces te aporta casi todo. Luego hay mucha música que también escuchamos, pero somos un grupo que bebe de las fuentes de la música anglosajona y hace música en español.
Según lo vas escuchando encuentras un disco más tranquilo y reposado que los del principio. En una entrevista decíais que era "adulto, poderoso y melancólico". ¿Os estáis haciendo mayores?
R.R.: Cada disco lo hacemos diferente. Hacemos lo que en ese momento sentimos, no está planificado.
Eso quiere decir que no pensáis que haya que seguir una línea...
R.R.: No, nosotros componemos y hacemos canciones. Hace años las hacíamos de una forma y cuando pasa el tiempo lo haces de otra... pero lo que intentamos es ser honestos con el momento que estamos viviendo musicalmente. Reflejar eso.
Hablando de honestidad, en otra entrevista con El Huffington Post decíais hace año y medio que vislumbrabais un cambio en política. ¿Lo seguís viendo así pese a la situación española?
R.R.: Va a llegar. No en esta legislatura, pero va a llegar.
C.T.: Que no haya un cambio de gobierno no quiere decir que no haya un cambio de pensamiento. Lo que se ha visto es la verdadera cara de algunos partidos que parecen una cosa y en realidad son otra. De todas formas es muy complicado y aburrido. Nosotros estamos un poco hastiados de esto que pasa. Es pantanoso en el sentido literal, te quedas ahí estancando. No ves que haya un avance.