Este portero detiene un penalti, un compañero le abraza y acaban metiéndose gol en propia puerta
Los penaltis no acaban hasta que el balón está lejos de la portería propia. Ésa esa es la lección que nunca olvidarán estos dos jóvenes futbolistas del fútbol turco, el portero y su compañero defensa del Gaziantep. Los dos son los protagonistas de un vídeo del que todo el mundo está hablando en las últimas horas.
La cosa empieza bien. El joven portero se prepara para enfrentarse a la pena máxima, se coloca, observa atentamente y detiene el disparo. La alegría, como es lógico, se desborda. Uno de los compañeros del portero corre hacia él, le abraza con fuerza y la lía.
Debido a la fuerza del abrazo, el balón se escapa de las manos del guardameta y acaba en el fondo de las redes. La cara de los dos, al convertirse en candidatos a artífices del gol más absurdo de la historia, no tiene desperdicio.