Elvira Lindo: "Había algo de falsedad en el discurso de Meryl Streep en los Globos de Oro"
Elvira Lindo fue la protagonista de la presentación en España de Una serie de catastróficas desdichas, la nueva serie original de Netflix, disponible en la plataforma desde el 13 de enero y protagonizada por Neil Patrick Harris. La escritora estaba invitada para hablar sobre cómo contar historias y la creación de personajes, pero en su punzante radiografía del panorama audiovisual no se ha librado ni Meryl Streep.
"Había algo de falsedad en su discurso. Es muy emocionante, pero hablaba de Hollywood y parecía una ONG de ayuda al refugiado", admitía sin tapujos —y con algo de incorrección política— la periodista. "Hace dos años, los actores y actrices negros estaban protestando con muchísima razón, porque un latino sólo puede ser dealer, y una latina, chacha y para que protagonice una película un negro tiene que hacer de esclavo", se quejaba.
No ha sido el único sector para el que ha tenido palabras no muy amables, aunque no exentas de buen ambiente, Elvira Lindo. Ella misma no se escondía al decir que su última película [La vida inesperada, con Javier Cámara] "fue una experiencia agridulce". "A pesar de que finalmente se hizo, nos encontramos con un mundo del cine mucho más amargo", afirmaba.
Ello dio pie a una muestra de auténtico descontento con la industria, en la que la escritora ha eximido de culpa a actores, directores y equipos y se atreve a lanzar el órdago: "La influencia de la grandes cadenas de televisión sobre la ficción española ha sido y está siendo nefasta y abusiva. Están priorizando productos masivos, por un lado se producen películas carísimas y por otro lado comedias medio cutres. Pero a mi entender, lo que da idea de la ficción de un país, es esa película media que cuenta la vida de la gente en ese momento. Eso es lo que hizo el cine francés".
"A mí me entristece sentirme como una embustera cuando intento vender una película", continuaba Lindo, "en el cine no sólo tienen que creer los actores, los directores o los guionistas, también los productores. Todo el mundo quiere ganar dinero, pero si los productores se olvidan que el cine es un producto creativo, apaga y vámonos".
NETFLIX EDUCA AL PÚBLICO
Para Elvira Lindo "al público se le educa", tal y como ha hecho Netflix. Con el estreno de Una serie de catastróficas desdichas, que a la autora le ha recordado "a Roald Dahl, con una pobreza de cuento, muy teatral", la autora reconocía que, con respecto a la tecnología, ella no era "listísima, sino old fashion" y que la facilidad de Netflix fue clave para que se lo hiciera hará ya varios años, y reconoce que no ve televisión porque no le "interesa nada".
"Hollywood ha sido más conservador que la televisión. Se ha visto que cada capítulo puede ser una obra de arte", comenzaba su conclusión, justo antes de reconocer lo que le "ha dado la televisión estos últimos años" no se lo ha dado el cine, dice antes de citar Mad Men como referencia total.
"Cuando acabas una serie da la sensación de que no vas a encontrar otra. Yo he acabado Borgen, ahora me pondré con Narcos y tengo pendiente Black Mirror", decía a la vez que confesaba que le gritaba "¡Cállate, pedante!" al Rust Cohle (Matthew McConaughey) de True Detective.
Sin embargo, para ellas las ficciones siguen siendo una experiencia colectiva, por lo que animaba a Netflix a "hacer visionados conjuntos y unir lo visual con lo humano".