Montoro le hace la ola al IRPF y dice que lo bajará esta legislatura
Para adelante, como los de Alicante. Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y Función Pública, lo tiene meridianamente claro. 2017 trae bajo el brazo una mayor recaudación de los impuestos de IRPF e IVA en 2016, hasta los 72.000 millones de euros y los 7.000 millones de euros respectivamente, según las cifras proporcionadas por el ministro de Hacienda durante su intervención este jueves en la Comisión de Hacienda del Congreso. La caja también se llena con la mejora de los ingresos por impuestos especiales, el rango estará cercano a los 2.000 millones de euros, dependiendo de cada gravamen. Para completar la hucha, todavía quedan por conocerse las cifras del pago de IVA del 30 de enero de 2017, ha aclarado Montoro, y eso que aún no están claras las condiciones en que los autónomos puedan aplazar el ingreso, como le ha afeado la oposición durante su comparecencia.
Todas son cantidades superiores a las de 2007, cuando a España todavía no la había atrapado el bucle de la crisis, a excepción de las correspondientes al Impuesto de Sociedades, que acabó el año con 22.000 millones de euros, la mitad de lo recaudado hace nueve años, razón por la que el Gobierno, según ha justificado el ministro, "ha realizado modificaciones en las condiciones de las grandes empresas para que aumenten los pagos más rápidamente". Viento en popa y a toda vela hacia el objetivo de reducción del déficit, del 4,6% con que se cerrará este capítulo en 2016 al 3,1% al que el Gobierno se ha comprometido con la Unión Europea en 2017.
Estas boyantes cifras conseguirán reducir el déficit público y mantener la equidad del sistema tributario, según ha manifestado el ministro, pero también motivarán que el Gobierno baje el Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRFP), cuando el déficit descienda del 3%, lo que Cristóbal Montoro prevé que suceda a finales de este año. Esto congratula al titular de Hacienda, que es de los que confían, como ha dicho, que igual que en los estudios, después de lo difícil viene lo fácil, dijo en referencia a los ejercicios de 2017 y 2018. “Así, además de cumplir con nuestros compromisos con la Unión Europea”, ha dicho Cristóbal Montoro, “el nivel de vigilancia será menor y ganaremos capacidad de actuación”.
Mientras el titular de Hacienda se ha vanagloriado de la importante reducción de la deuda privada, el desapalancamiento de las empresas de más de 40 puntos del PIB, entre 400.000 y 450.000 millones de euros, de los que casi dos terceras partes ha procedido de las empresas financieras y cerca de 200.000 millones de las familias, la deuda de las administraciones públicas continúa en la cima de la montaña.
DEUDA PÚBLICA
El déficit es el gran reto de esta legislatura y que horneará unos presupuestos generales duros, en los que habrá que hacer un ajuste 16.000 millones de euros para cumplir con el objetivo de déficit pactado con la Comisión Europea, de hasta un 3,1% al cierre de 2017. Pero como para los estudiantes, "2018 será un año más fácil", ha dicho, “ya que cruzar el umbral del 3 % del objetivo de déficit, cuando la meta se sitúa en el 2,2 % del PIB, es más accesible.
Montoro se ha referido a sus homólogos en el Gobierno para pedirles que ajusten sus previsiones presupuestarias, cuando hay necesidad de un recorte de 16.000 millones de euros y la prioridad son las políticas sociales.
También ha recordado que en los Presupuestos Generales del Estado se incluirán puntos del acuerdo de investidura pactado entre el PP y Ciudadanos.
En cuanto a la recaudación vía cotizaciones sociales, el ministro ha incidido en que en los últimos meses del año pasado se ha recuperado "el tono" y ha confiado en que irá a mejor con el aumento del empleo, de los salarios y con un poco más de inflación.
FINANCIACIÓN AUTONÓMICA Y LOCAL
Y, con la financiación autonómica y local, Montoro ha vuelto a los paralelismos académicos. Dice que es el momento adecuado de renovar el modelo de financiación autónomica "porque estamos a inicio de curso escolar". El ministro ha hablado de renovarla y remozarla en el sentido de actualizarla. La tarea no es sencilla “porque no se puede auspiciar una reforma de la financiación autonómica en contra de los gobernantes autonómicos”. Vienen curvas.
Las administraciones locales están en superávit. Mientras, las autonómicas, que se encuentran por debajo del 1% rondaría el 0% en 2019, calcula el ministro, si se cumple con la senda de reducción del déficit que en 2017 sitúa un límite del 0,7%.
“Bueno, malo o regular pero o nos ponemos de acuerdo o no hay sistema”, ha advertido Montoro. “Ya podemos hacer aquí la mejor teoría del mundo, llamar a los mejores expertos, que los vamos a llamar, pero van a ser sus señorías las que tengan la palabra y, como no hay mayorías serán las minorías”. Cristalino.
Montoro también ha subrayado que el Gobierno está empeñado en llevar adelante esa mordernización del sistema de financiación autonómica en paralelo con la modernización del sistema de financiación local.
Montoro ha despedido su intervención con un poético alegato contra la crisis económica. “En los cuatro años que tenemos por delante, nuestro objetivo son los ciudadanos”, ha declamado, “destinatarios y protagonistas de estas políticas, porque es posible crear empleo al tiempo que se reduce el déficit para que hagamos que esta crisis se quede realmente atrás”.