Los Reyes Magos de Madrid recuperan su vestimenta clásica tras las críticas del año pasado
Los Reyes Magos han recuperado sus vestimentas clásicas para visitar a los niños de Madrid, después de las críticas del pasado año por exhibir coloridos trajes, lejos de la tradicional vestimenta de los Magos de Oriente.
Entre amplias medidas de seguridad, la comitiva real ha partido a las 18:30 horas desde la zona de Nuevos Ministerios de Madrid en dirección a la plaza de Cibeles en un gran desfile con 30 escenas y doce carrozas cuyo eje principal ha sido la curiosidad, concebida como un cuento infantil.
Aunque las carrozas de sus majestades han sido las últimas en llegar al Ayuntamiento, algunos niños pudieron verlos antes en la zona de Nuevos Ministerios y descubrir así la esperada vestimenta.
Si el año pasado fueron criticados por haber lucido unos coloridos vestidos que fueron comparados con "cortinas de ducha" y que algunos no perdonarían jamás a la alcaldesa Manuela Carmena, en esta ocasión sus majestades han sacado de nuevo las tradicionales capas, dorada en el caso de Melchor, roja en el caso de Gaspar y marrón para Baltasar.
Al igual que sucedió en la cabalgata de 2016, un pelotón fugaz de 300 ciclistas ha abierto el gran desfile madrileño, en el que tampoco han participado más animales que los caballos de los agentes de Policía, pues, aconsejados por la alcaldesa, sus Majestades han optado por dejar a sus camellos en Oriente y ayudarse de triciclos para repartir los regalos.
La novedad de 2017 es que la cabalgata cuenta con intérpretes que narran en lengua de signos el relato de varias carrozas, con el objetivo de hacer más accesible el desfile.