Raphael: "Empecé a beber botellitas de esas pequeñas de los hoteles porque me hacían dormir"
El cantante Raphael, de 73 años, fue el invitado de Bertín Osborne en su programa de entrevistas Mi casa es la tuya (Telecinco) este domingo. El de Linares se refirió a diversos momentos de su vida y carrera, como cuando conoció a su mujer, Natalia Figueroa o por qué se puso ese nombre artístico.
Uno de los momentos más íntimos de la charla se produjo cuando Raphael habló sobre su enfermedad, la hepatitis B, y sobre el trasplante de hígado al que se sometió en 2003. Ésta no era la primera ocasión en la que trataba el tema, pero los espectadores pudieron conocer más detalles y escuchar los testimonios de su médico y de su mujer. Puedes ver el fragmento de la entrevista aquí.
"Es una enfermedad tan traicionera que no da la cara nunca", comenzó relatando el artista, quien a continuación explicó por qué comenzó a tener problemas con el alcohol. "No he bebido nunca ni he fumado, pero empecé a beber botellitas de esas pequeñas de los hoteles porque me hacían dormir. Nunca pensé, cuando empecé a notar síntomas, en el dichoso botellín para dormir", afirmó.
"Te juro que yo siempre he sido una persona sanísima", recalcó Raphael. "¿Y cuándo decides ir al médico?", le preguntó Bertín Osborne. "Haciendo Doctor Jekyll y Mr. Hyde ya era una cosa que yo no podía seguir no mintiendo, pero ocultando lo que me estaba pasando", aseguró el cantante, quien alargaba su estancia en Barcelona para que su mujer no le viera.
Tras un mes más de actuaciones en Valencia, fue al hospital. Aún así, pudo participar en una gala de Navidad, en la que recuerda que Rocío Jurado le preguntaba: "¿Pero qué te pasa? Esa carilla que tú tienes, ¿por qué?".
Raphael añadió que en ese momento no quería enfrentarse al trasplante: "Al principio yo no quería, pero cuando me lo planteó el profesor Enrique Moreno vi que era el único camino y me entregué a él totalmente".
En un vídeo, el doctor afirmó que en aquel momento Raphael "tenía una de las complicaciones más graves que hay dentro de la cirrosis hepática". Natalia Figueroa aseguró que lo recuerda como algo muy duro: "Prefiero que se quede como en un mal sueño". La intervención se produjo el 1 de abril de 2003 y fue un éxito.