Ciudadanos se reorienta
La sede nacional de Ciudadanos está en obras. Los albañiles han tomado el edificio en la madrileña calle de Alcalá. El partido naranja se reconstruye hasta arquitectónicamente para encarar una nueva fase marcada por su expansión en toda España, su nuevo papel de oposición-apoyo al Gobierno del PP y la adaptación de su estructura interna al tamaño actual de la formación.
Todo tiene que estar listo para la cuarta Asamblea General, que se celebrará en Madrid los días 4 y 5 de febrero. Un cónclave que previsiblemente concluirá con la reelección de Albert Rivera como presidente del partido y con la consagración del giro del partido como “liberal progresista” enterrando su parte socialdemócrata.
Desde la irrupción a nivel nacional en las elecciones europeas de 2014, los de Albert Rivera han tenido que crecer a marchas forzadas y de manera vertiginosa. Ahora Rivera y su núcleo duro quieren rediseñarlo todo y proponen, entre otras medidas, la creación de un comité permanente al estilo de los órganos de dirección del PP y del PSOE para tomar decisiones diarias y urgentes.
Y LLEGARON LOS CRÍTICOS...
En este tránsito hacia la edad adulta, Ciudadanos también se ha encontrado con situaciones de sus hermanos mayores: la aparición de críticos y movimientos contrarios a la dirección. Por ahora, estas almas rebeldes se encarnan en la eurodiputada Carolina Punset y en la plataforma TranCsparencia. Nadie todavía se ha atrevido a dar el paso para presentar una candidatura alternativa a Rivera, pero no se descarta que se organicen en las próximas semanas para plantar cara a una dirección que consideran autoritaria.
Los afines a Rivera, según fuentes consultadas por El Huffington Post, no creen que tenga problemas el barcelonés para ser elegido de manera holgada el próximo mes de febrero. Además, sostienen que salió reforzado el pasado sábado del Consejo General -el máximo órgano entre congresos- al sacar adelante las tres ponencias que servirán de base para la asamblea de febrero.
Entre los críticos ha sentado muy mal que estos documentos incluyan que cualquier “manifestación pública de discrepancia grave” con “la ideología, principios, o fines del partido, realizada durante actos de propaganda, reuniones públicas o a través de cualquier medio de comunicación” sea motivo de expulsión.
Fuentes cercanas a Rivera recuerdan que en C’s no están reconocidas “corrientes internas” como pasa, por ejemplo, en el PSOE con Izquierda Socialista. Además, la dirección dice que, pese a las críticas, nadie de TranCsparencia les ha pedido una reunión y que sus miembros llevan un año haciendo campaña contra los actuales dirigentes. En el núcleo del líder asimismo piensan que Punset, en caso de dar la batalla, ni siquiera tiene controlada su propia federación valenciana. Muchos en el partido ven poco inocente que Rivera visitara la ciudad del Turia el pasado viernes y desde allí invitara a presentarse a las primarias a “cualquier persona que crea que lo puede hacer mejor”.
HACER OPOSICIÓN Y ENTRAR EN GOBIERNOS EN 2019
En estos momentos también preocupa en Ciudadanos el papel a ejercer en el Congreso y respecto al Partido Popular. Los naranjas se han sentido en cierta medida despreciados por el Partido Popular en su ejercicio de geometría variable. Los populares intentan sacar las medidas principalmente con el PSOE, ya que tienen más diputados y gobiernan en las autonomías.
Los naranjas se han posicionado junto al resto de la oposición para frenar algunas leyes pero también han apoyado propuestas del Gobierno como los objetivos de déficit y de deuda, primer paso para elaborar los presupuestos generales del año que viene.
Lo que cada día tiene más claro Ciudadanos es que quiere empezar a entrar en gobiernos municipales y autonómicos a partir del próximo “ciclo electoral”, que arrancará en 2019. Hasta el momento no lo han querido hacer y han dado apoyos externos. Además, consideran que todavía no estarían listos para hacerlo, por ejemplo, en Andalucía y Madrid porque hay en marcha comisiones de investigación sobre la corrupción en épocas anteriores de estos Ejecutivos. Pero ya trabajan con la idea de ostentar consejerías y concejalías.
Y es que Ciudadanos quiere estar preparado a partir de febrero para lo que pueda suceder electoralmente. No obstante, los naranjas creen que la legislatura va a durar mucho más de lo que se intuía en la investidura de Mariano Rajoy. Entre otros factores, está la situación interna del PSOE. Rivera y su núcleo duro no ven tan claro que Susana Díaz vaya a dar el paso y no descartan que al final los socialistas escojan a un secretario general de consenso, mientras que la sevillana se reserva para unas posteriores primarias para ser candidata electoral a raíz de las encuestas internas que maneje, según fuentes naranjas.
Expansión a nivel nacional, pero todos muy pendientes de Cataluña. Allí nació Ciudadanos, en las primigenias reuniones en El Taxidermista en la Plaza Real. Diez años después, son los líderes de la oposición capitaneados por Inés Arrimadas. Los naranjas, según fuentes autonómicas de C’s, ven posible que todo el debate que hay ahora sobre el referéndum en otoño de 2017 acabe cristalizando en un adelanto electoral y un posible Govern pactado por partidos de izquierdas.
C’s se está encontrando problemas para hacer oposición al tener mayoría al final Junts pel Sí junto a la CUP y ser muy difícil aglutinar el apoyo del resto de grupos -PP, PSC, Catalunya Sí que es Pot-. En caso de que se adelantaran las elecciones está por ver si ese giro hacia el lado “liberal progresista” puede afectar a los naranjas en el cinturón rojo de Barcelona, donde obtuvieron un excelente resultado en el voto españolista que antes se adueñaban los socialistas y los populares en zonas más obreras.
Paso a paso. Ahora las ponencias están en las agrupaciones de toda España para que se presenten enmiendas. El final de esta etapa y el principio del nuevo Ciudadanos: el 4 de febrero.