El vodevil de los pactos: la maquinaria PP-PSOE, el descuelgue de C's y el esquinazo de Podemos
9.00 horas. Miércoles. Pasillo del Congreso de los Diputados. Rafa Mayoral (Podemos) entra enfadado al hemiciclo hablando de “chanchullo” y “puertas giratorias”. El portavoz socialista, Antonio Hernando, lo hace segundos más tarde diciendo: “Todos vamos a estar”. A unos metros el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, deja caer a los periodistas que solo el PSOE quiere pactos y que el resto de partidos no le contesta. Los asesores de Ciudadanos escuchan detrás y les chivan atónitos a sus jefes las declaraciones.
¿Qué está pasando? El Congreso bulle por una foto: el Gobierno y el PSOE firmando un acuerdo para prohibir por ley el corte de suministro eléctrico a los hogares “más vulnerables”. Una medida sin fecha de entrada en vigor -debido a que es necesario un complejo reglamento cuya elaboración durará tres meses-, pero que lanza un gran mensaje social y que capitanean los ‘viejos partidos’. Las caras del pacto son Nadal y Hernando.
La nueva política asiste estupefacta. ¿Por qué no están los nuevos en un acuerdo tan apegado a ellos? La versión oficial de Nadal, que ha hablado hasta en tres ocasiones con los periodistas, es que trasladó el texto el 2 de diciembre a todos los partidos y ha habido tanto reuniones multilaterales como conversaciones bilaterales. Y, según el titular de Energía, sólo los socialistas contestaron con una propuesta articulada. Incluso, le llegó a decir a Josep Vendrell (En Comú Podem) que le mandara sus ideas la semana pasada.
DE CARTAS SIN RESPUESTA Y MAILS QUE SE PIERDEN
Desde Podemos, han explicado Mayoral y el equipo encargado de estos temas, se mandó una carta con sus propuestas el 29 de noviembre, por lo que el Gobierno ya sabía sus planteamientos. ¿Por qué no contestaron después del día 2? Los morados dicen que esta medida se estaba tramitando también en el Parlamento a través de una moción, por lo que los dos partidos se han saltado este procedimiento y han negociado paralelamente. Además, ven en este acuerdo un intento de placar las concentraciones que se celebran en toda España este miércoles contra la pobreza energética.
En Ciudadanos no se creían lo que escuchaban. La diputada Melisa Rodríguez se defendía ante los medios diciendo que todo era mentira y que ella había mandado un mail con las propuestas de C's este martes al final de la tarde. Nadie entendía nada en el Congreso. Y el Ministerio luego comunicaba, a través de allegados a Nadal, que habían encontrado ese correo electrónico, pero que había sido enviado al correo de una secretaria. No estaba ni el buzón del mail de Nadal ni de su secretaria directa.
¿Por qué lo había enviado allí Ciudadanos? Rodríguez, en una segunda conversación con periodistas, decía que era la dirección que le habían dado sus interlocutores en el Ministerio. “Hoy ya me voy con tres direcciones”, apostillaba de manera irónica. Al final, en un pasillo a escasos minutos de la firma del acuerdo, Nadal pactaba con la diputada de Ciudadanos incluir algunas medidas del partido naranja.
Los periodistas y los miembros de Ciudadanos estaban perdidos y desorientados. Puertas que se abren y se cierran, medias verdades, cartas sin respuesta, mails que se pierden. Los naranjas, según fuentes del partido, no entendían que el ministro “mintiera” de esa manera. Detrás veían incluso una venganza de los populares a Cs, ya que la tarde anterior el PP había sufrido hasta cinco derrotas parlamentarias -varias de ellas gracias a la concentración de Unidos Podemos, PSOE y C’s-.
EL "BIPARTIDISMO RANCIO" CONTRA LOS PARTIDOS "DE COLEGIO"
En Podemos tienen claro que los otros partidos han querido arrinconarles. Ellos sostienen que están junto a la calle. “¿Qué pacto? ¡Es un chanchullo!”, decía malhumorado en los pasillos Mayoral. El diputado de Podemos ha hablado hasta en tres ocasiones también con los periodistas. Y en una cuestión coincidían los dos ‘nuevos’ partidos: era una maniobra del “bipartidismo rancio”. Eso sí, Mayoral tampoco ha hecho por intentar entrar en el acuerdo porque, a su juicio, esa medida debía salir a través de la moción en el Parlamento y no por un Real Decreto pactado previamente por dos partidos.
Fuentes de Podemos explicaban a El Huffington Post que PP y PSOE se portaban como “poli bueno y poli malo”. Se benefician, desde su opinión, mutuamente: el PP logra sacar adelante medidas y el PSOE se hace un “lavado de cara” con medidas sociales. Aunque podían intuir este acuerdo, comentan las fuentes, les ha “sorprendido”.
Los dos grandes partidos rechazan en la intimidad esta teoría. Fuentes gubernamentales señalan: “Esto no es un colegio”. En La Moncloa y en el PP apelan a la responsabilidad de los grandes partidos e intuyen que “habrá muchos más pactos” de este tipo durante toda la legislatura. “Todos estamos aprendiendo”, comentan las fuentes monclovitas, que hablan de que en el Congreso “puede haber hasta 350 socios”.
Lo que sí critican desde el Gobierno es los fallos parlamentarios de los ‘nuevos’, especialmente desde Podemos. “Registran algunas preguntas de los plenos tarde”, comentan.
Conforme avanzan las semanas se va haciendo efectiva la profecía que tienen en el Gobierno y en el PP: “martes de pasión y jueves de gloria”. Es decir, que pierden las votaciones del primer día de pleno del Congreso, que son más bien simbólicas a través de proposiciones no de ley, y luego consiguen aprobar en el última día de sesión de la semana los proyectos que remite el Ejecutivo -como ha sucedido con los objetivos de deuda y de déficit-.
Y en esta “pasión y gloria” aparece el PSOE. Los socialistas, según fuentes de la dirección del grupo parlamentario, dicen “que hay que estar en lo que hay que estar”. “Una cosa es una manifestación y otra cosa es hacer oposición”, explican ante las críticas de Podemos. Además, explican, a pesar de los problemas internos del partido, que están “muy centrados” en su trabajo en la Cámara Alta. En cambio, ven a Podemos más despistado por la lucha dentro de partido y por la preparación de Vistalegre II.
Un diputado socialista lo resumía así en voz baja: “Les hemos ganado la batalla en este tema. Se ve que las cosas se cambian en el Congreso”.
Bienvenidos al vodevil de los pactos. Hoy la ‘vieja política’ ha sido más astuta que la ‘nueva’. Y, a ratos, la puesta en escena -con puertas que se abren y cierran, sabotajes, periodistas y políticos desorientados- recordaba a Historias de Filadelfia.