DEMOCRACIA PARA GANAR
Podemos nació como un torrente de ilusión para recuperar las instituciones secuestradas por una casta que las había puesto a su servicio. Esa ilusión nos unió en torno a un proyecto que ahora toca debatir fraternalmente, y para ello no debe faltar absolutamente nadie. Y es que en pocos días se decide cómo abordar la II Asamblea Ciudadana Estatal de Podemos, en la que juntas decidiremos el rumbo de la mejor herramienta democrática que tenemos para cambiar nuestro país y cómo la diseñamos para no repetir viejos errores. Ahora se presenta el reto de construir una organización madura, plural y descentralizada. El 15M nos enseñó que solo se construye una mayoría social capaz de recuperar las instituciones a través de más democracia.
Fechados los tiempos para la votación, toca preguntarse por lo inmediato: ¿cómo se tomarán esas decisiones? Quienes firmamos este manifiesto apostamos por:
Votar primero las propuestas y después quiénes nos representan. Sobre el debate de los proyectos para la Asamblea existen dos opciones: tener un debate previo sobre la estrategia política y el modelo organizativo para luego elegir a quienes deben llevarla a cabo; o bien votar a los cargos con los documentos en un mismo paquete. Optamos por la primera porque tras dos años de prisas merecemos un tiempo de reflexión alejado de concursos de popularidad que limitan la voz de la militancia. La Asamblea no debe ser un combate de boxeo, sino una contraposición de ideas. Queremos discutir cómo ganar un país, no retarnos entre nosotros. El futuro de Podemos es oscuro si sus dinámicas impiden que convivan diferentes modelos; la solución de las discrepancias se aleja mucho del sometimiento de uno ante otro. Vistalegre I tuvo muchos defectos, pero al menos respetó la separación entre ambos debates: no nos podemos permitir tal involución democrática. Si en el primer Vistalegre se discutió la votación por separado o no de los documentos Ético, Político y Organizativo, ahora sería un grave retroceso reducir el debate a si los documentos van tener o no un tiempo propio para ser discutidos.
Mayor proporcionalidad en todos los órganos para conseguir: más pluralidad, listas abiertas, igualdad de género en puestos de responsabilidad y un equilibrio territorial adecuado a la propuesta plurinacional de Podemos.
Una Comisión de Garantías independiente y, por lo tanto, que cuente desde el primer momento con autonomía presupuestaria. Esta Asamblea determinará el futuro de nuestra formación, por lo que requiere desde el inicio de un procedimiento de control que asegure el respeto a la decisión de las inscritas.
Un censo abierto a la participación ciudadana que fomente la inscripción del mayor número de personas posible. Se trata de desbordar la organización y no encarcelar la potencia democrática que debemos demostrar en esta nueva etapa. Ahuyentemos ese miedo a la democracia propio de los de arriba. Únicamente el desborde popular puede garantizar que la decisión sea en interés de la gente. Si queremos democracia participativa para nuestro país, tenemos que tomar ejemplo en nuestra organización.
Un debate que anteponga las propuestas permite una participación más rica y activa de la militancia en los territorios, permite organizarse para pensar, debatir, redactar y transaccionar. Podemos debe ser el reflejo del país que queremos. No encerremos la discusión en los nombres, abramos el debate a las propuestas. Solo así conseguiremos la suficiente inteligencia política como para seguir avanzando. Por eso invitamos al conjunto de las bases y a la ciudadanía a que se sume a este manifiesto.
Con democracia gana Podemos. Sin democracia perdemos Podemos.