Etiquetado ecológico: ¿sabes qué significa?
Según la Federación Internacional de los Movimientos de Agricultura Ecológica, "un alimento ecológico es un producto obtenido de la agricultura ecológica, sistema que busca la integración del proceso en el ecosistema, la calidad por encima de la cantidad, la mejora del suelo, el uso racional de recursos, conseguir un sistema cerrado, criar animales según su naturaleza, mantener la diversidad genética, buscar el trabajo digno y perseguir una cadena de valor justo". Pero la denominación "ecológico" va más allá de la agricultura. Y en el caso de otros productos como jabón, una casa o muebles, esto se traduce en: son saludables, son sostenibles, son respetuosos con la naturaleza y cumplen con unos estándares muy altos de calidad.
El consumo de productos ecológicos en España ha aumentado en los últimos años. Según datos de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica, el gasto medio anual por habitante ha pasado de 6 euros en 2005, hasta los 20 en 2016. El Ministerio de Agricultura situaba el crecimiento en 2014 en un 40%. A pesar de ello, nuestro país aún está por debajo de la mayoría de países europeos en consumo de este tipo de productos —mercado que lidera Alemania—, aunque somos los principales productores en el viejo continente.
Las razones para que este mercado en España aún no haya terminado de despegar nos las explica Isabel Moya, miembro del Gabinete Jurídico de FACUA: "Los productos ecológicos siguen siendo concebidos como productos gourmet o premium, con un valor añadido, y siguen siendo más caros. La justificación de los productores en este sentido es que el proceso es más costoso, los tiempos son mayores... Aunque es verdad que ahora empiezan a bajar porque hay más oferta y hay más opciones: cooperativas, mercados de barrio, grupos de consumo, etcétera". Además, asegura Isabel, todavía quedan consumidores que desconocen las características que diferencian estos productos de otros.
Aunque la mayoría sigue identificando producto ecológico con alimentos, el mercado es mucho más amplio y se extiende a productos de limpieza, textiles, maderas, cosmética, higiene personal, bricolaje y productos de jardinería. ¿Y cómo saber que se trata de un producto de estas características? Es sencillo, como nos aclara Isabel: "Para que un producto sea calificado como ecológico, eco, biológico, bio u orgánico, tiene que estar certificado por un organismo de control y lucir la etiquetas que así lo identifiquen".
En este sentido, la que más peso tiene es la oficializada por la UE, el Sello Ecológico. Todo producto ecológico, para ser comercializado como tal, tiene que ir certificado con esta etiqueta. Es la normativa específica de la Unión Europea la que establece el procedimiento en su producción que debe ser avalado por un organismo independiente. Este sello es igual en toda la unión, con las mismas normas, pero emitido por empresas privadas, encargadas del control y la certificación. "Los productores pagan por la certificación y la empresas que lo realizan son auditadas por la administración", nos cuenta Isabel.
Pero son algunas más las etiquetas que vienen a garantizar la procedencia ecológica de los productos, así como su respeto al medio ambiente o el bajo impacto que ha significado su fabricación en la naturaleza. Organismos públicos, ONG y asociaciones profesionales cuentan con estrictas normativas para reconocer la procedencia "eco" de los productos.
AGRICULTURA ECOLÓGICA
Es expedida por los consejos de agricultura ecológica de las diferentes comunidades autónomas, que han establecido unas rigurosas normativas para la regulación y comercialización de estos productos.
ECOLABEL
Esta etiqueta de la Unión Europea apareció en 1992. El sello identifica y certifica aquellos productos que minimizan sus efectos medioambientales. Es utilizado para productos textiles, de limpieza, bricolaje... Cada tipo de producto tiene su normativa específica.
FSC (FOREST STEWARDSHIP COUNCIL)
Esta aparece en muebles y objetos fabricados con madera y garantiza que esta procede de bosques certificados por el FSC, es decir, explotados de manera responsable.
El FSC es una ONG internacional, sin ánimo de lucro, que aglutina bajo el principio fundamental de la participación a propietarios forestales, industria, comunidades locales, organizaciones medioambientales, sindicatos, grupos indígenas...
NATRUE
Esta aparece en productos cosméticos y los reconoce como naturales y orgánicos, cumpliendo con altos estándares de calidad y elaboración. El origen de esta etiqueta lo encontramos en Alemania pero ya se ha convertido en una asociación de empresas europeas del sector de la cosmética natural.
MADE IN GREEN
Es una triple certificación europea creada y aplicada por el Instituto Tecnológico Textil y garantiza el proceso de fabricación en tres vertientes: la ropa —o el tejido— no contiene sustancias nocivas para la salud, se ha fabricado con respeto al medioambiente y el respeto a los derechos humanos de sus trabajadores.
GLOBAL ORGANIC TEXTIL STANDARD
Es una certificación privada europea utilizada a nivel mundial. Es muy estricta y tiene en cuenta el origen ecológico de la materia prima, el procesamiento, la fabricación, el envasado, el etiquetado, exportación, importación, distribución y criterios sociales.
MSC (MARINE STEWARDSHIP COUNCIL)
Distingue a productos procedentes del mar que cumplen con unos estándares de pesca sostenible.
En lo que se refiere a los estándares, estos siguen tres principios básicos: fomentar la explotación que permita mantener poblaciones sostenibles; minimizar el impacto ambiental en los ecosistemas; y utilizar buenas prácticas de gestión y de acuerdo con las normas pertinentes.
PRODUCTO LÁCTEO SOSTENIBLE
Vigente desde 2013, esta es una iniciativa de la propia industria láctea española en colaboración con el MAGRAMA (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente). Esta etiqueta garantiza la procedencia española de la leche y la sostenibilidad económica del sector.