Manuel Valls, candidato a las primarias socialistas y a la presidencia de la República
El primer ministro francés, Manuel Valls, ha presentado este lunes su candidatura a las primarias socialistas, lo que ha supuesto su salida del Gobierno y un paso más en su carrera política, que dio el salto de su vida al ser nombrado para su equipo por parte de François Hollande.
Nacido en Barcelona, de alma culé y capaz de hablar con fluidez castellano, catalán, francés e italiano. Así es Valls, hijo del pintor catalán exiliado a Francia Xavier Valls y que ahora tiene la mirada puesta en el Elíseo tras haber vivido en el Hotel Matignon, residencia oficial del primer ministro de Francia.
Valls nació en Barcelona en agosto de 1962, cuando sus padres estaban de vacaciones en Cataluña, y con sólo 17 años, estando en París, se afilió al Partido Socialista Francés, cuna de una carrera meteórica.
Entre otros cargos ha sido responsable de prensa del gabinete de Lionel Jospin, alcalde de Évry, y ya sabe lo que es ser candidato a las primarias socialistas: perdió ante Hollande, que le ofreció el ministerio del Interior cuando llegó al Elíseo.
SUS AFICIONES
Valls habla con orgullo de sus orígenes catalanes y, en contactos informativos en Barcelona se expresa en catalán, lengua que habla con la misma fluidez que el castellano, y, además, utiliza el italiano porque su madre, Luisangela Galfetti, procede de la zona Suiza en la que se habla este idioma.
El padre del nuevo primer ministro francés, el pintor Xavier Valls, emigró a Francia a finales de los 40 y falleció en 2006, un artista que exploró el cubismo y la abstracción en centenares de retratos, paisajes y naturalezas muertas, algunos de las cuales se expusieron recientemente en el Espai Volart de la Fundació Vila Casas de Barcelona.
Además, un primo del padre de este político francés compuso la música del himno del FC Barcelona, del que es un gran forofo, aunque tiene el corazón algo dividido, porque es aficionado también del Paris Saint Germain (PSG).
Valls mantiene, desde hace años, una buena relación con el líder del PSC, Pere Navarro, y los que lo conocen en la calle Nicaragua -sede de los socialistas catalanes- lo definen como una hombre serio, perfeccionista, muy correcto en el trato y con una gran vocación de Estado.
Se declara, además, amigo del exministro del Interior de España, Jorge Fernández Díaz, con el que ha hecho frente común contra el terrorismo a ambos lados de la frontera, y desde hace años tiene relación con el expresidente de la Generalitat de Cataluña y fundador de Convergència, Jordi Pujol.
Pese a sus vínculos con Cataluña, el político francés siempre ha evitado posicionarse sobre el debate en torno a la consulta de autodeterminación en Cataluña y en alguna ocasión ha opinado que la "diversidad de España debería ser su fuerza y no un problema".