François Hollande anuncia que no se presentará a la reelección
El presidente de Francia, François Hollande, ha anunciado este jueves que ha decidido no aspirar a la reelección como candidato del Partido Socialista en los comicios que se celebrarán en abril de 2017.
"He decidido no ser candidato para renovar mi mandato presidencial", ha dicho el jefe de Estado en una breve comparecencia ante los medios de comunicación en el Palacio del Elíseo.
Hollande ha explicado que de esta forma asume "toda la responsabilidad" por los errores cometidos en los últimos cinco años, que han hecho que su popularidad esté en mínimos históricos.
"POR EL INTERÉS DEL PAÍS"
Hollande ha asegurado que, por encima de su ambición, sitúa el interés del país: "La experiencia me ha aportado la humildad necesaria en mi labor". "Como Presidente, tengo que dirigir el Estado. Como socialista, no puedo contribuir a la dispersión de la izquierda".
Su anuncio coincidió con el primer día en el que se podía presentar las candidaturas para las primarias de la izquierda, a las que se ha postulado ya el exministro de Economía Arnaud Montebourg, representante del ala más izquierdista del Partido Socialista.
Los sondeos auguraban malos resultados electorales a Hollande, por detrás del aspirante del centroderecha Fillon, de la ultraderechista Marine Le Pen y de dos candidatos del ámbito de la izquierda, el moderado Emmanuel Macron y el radical Jean-Luc Mélenchon.
REPASO A LOS RETOS DEL PAÍS
El todavía jefe de Estado ha repasado los desafíos que afronta el país, desde el populismo de ultraderecha hasta el terrorismo yihadista, y defendió su gestión en aspectos como el combate al desempleo, el medioambiente o la defensa de las libertades.
"Os lo digo francamente. El peligro mayor es el proteccionismo, es el cerrarse en sí mismo. Ese será el mayor desastre para los franceses", señaló el mandatario, uno de los más impopulares de las últimas décadas.
ORGULLO Y DISCULPAS
Hollande ha explicado que asume "toda la responsabilidad" por los "errores" cometidos en los últimos cinco años, que han hecho que su popularidad se sitúe en mínimos históricos. "La experiencia me ha enseñado humildad", ha señalado.
Entre estos "errores", el dirigente socialista ha confesado que le pesa especialmente haber propuesto retirar la nacionalidad a los acusados de terrorismo, en el marco de la reciente ola de atentados, debido a la "división" que ha generado en la sociedad francesa.
"El mundo, Europa y Francia han pasado por momentos particularmente graves. He intervenido en República Centroafricana, en Malí y en Irak para combatir el terrorismo islámico. En estas circunstancias difíciles, quería mantener la cohesión nacional", ha justificado.
Hollande ha asegurado que no solo ha intentado "mantener el modelo social" de Francia en época de crisis, sino "ampliar" el marco de derechos y libertades, y para ello ha ejercido de freno a las medidas de austeridad dictadas por Europa.
"Los resultados han llegado", aunque "tarde", ha admitido. Pese a que la inversión y el empleo empiezan a aumentar, Hollande ha reconocido que los niveles son todavía bajos para que la recuperación se perciba entre los franceses.
UN CANDIDATO CAPAZ DE VENCER A LA DERECHA
Hollande ha advertido en contra del avance de "la extrema derecha" y ha abogado por una mayor apertura al mundo frente al proteccionismo. "Lo que está en juego no es una persona, sino el futuro de todo un país. No quiero que Francia se exponga a aventuras peligrosas", ha dicho.
No obstante, ha asumido que su papel en los meses que restan hasta la cita con las urnas, en primavera, será "dirigir el país" desde una posición distante de la batalla política. "Me dedicaré con la devoción más absoluta a la República", ha prometido.