Estas dos pequeñas quieren que te cortes el pelo por una buena causa
Luna y Camila decidieron cortarse el pelo para donarlo. Estas dos niñas llegaron un fin de semana a las oficinas de la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar Mexfam respondiendo a la convocatoria de la campañaAyudar es de pelos, que busca reunir el material necesario para dar forma a 100 pelucas, o recaudar su equivalente en pesos: 500.000 (aproximadamente 23.000 euros).
Luna y Camila fueron invitadas por sus familiares: la primera por su tía y la segunda por su madre, quienes les hablaron del cáncer, su tratamiento y sus efectos. Aunque no todos los tratamientos hacen caer el pelo, ni le ocurre a todo el mundo, la quimioterapia afecta al folículo piloso, lo que provoca su destrucción y la consecuente alopecia. También afecta a las cejas, pestañas y dientes. En este sentido, las pelucas oncológicas ayudan a las pacientes a verse mejor, lo que impacta definitivamente en su autoestima.
Ayudar es de pelos fue lanzada a principios de noviembre —y durará hasta diciembre— en colaboración con la Academia Crea, una escuela de estilismo respaldada por L'Oreal y Stilissimo. La campaña ofrece cambios de look gratis para quienes se acerquen a donar su pelo. Las donantes necesitan llegar con un largo de al menos 30 centímetros.
"Luna y Camila forman parte de una generación que ha demostrado estar sensibilizada ante el dolor de los demás y en dar algo suyo para los otros", reflexionaba Victoria Tapia, coordinadora de Comunicación Institucional de Mexfam. "En otras generaciones no nos preparaban para realizar este tipo de acciones que nos ayudan a sensibilizarnos ante el sufrimiento del resto y nos hacen más humanos".
La meta es hacer 100 pelucas (para cada una se necesitan entre cuatro y cinco donadores), que serán entregadas a niñas y mujeres con cáncer de escasos recursos. Fabricar cada peluca cuesta entre 360 y 550 euros; sin embargo, para la campaña, la boutique de Polanco Marpel hará este trabajo por 228 euros. Éstas se entregarán después de los seis meses que se requieren para su fabricación.
Este artículo fue originalmente publicado en la edición mexicana de The Huffington Post.