Cuentos para hacer más corta la espera en la estación del tren
Llegas a la estación y compruebas que tu tren aún tardará diez minutos en llegar... Es entonces cuando te desesperas, cuando no sabes qué hacer, si sentarte y que pase el tiempo, o volver a echar mano de tu smartphone y comprobar si ha cambiado el estado de tus redes sociales.
Desde hace unos años que unas modernas máquinas de vending ocupan los pasillos y áreas de descanso de muchas estaciones de tren francesas, precisamente para hacer esa espera mucho más agradable. Son dispensadores de cuentos de la empresa Short Édition. "Este es un objeto simple, hermoso, original y sorprendente... Porque en una sociedad en la que la vida cotidiana cada vez es más rápida, el tiempo es un bien precioso. Con estos cuentos cortos queremos transformar el tiempo muerto en tiempo de lectura y relajación", cuentan sus fundadores a El Huffington Post.
UNA EXPERIENCIA DE ÉXITO
La idea de instalar estas máquinas suministradoras de pequeños relatos surgió en 2011, en la localidad francesa de Grenoble, cuando cuatro apasionados de la literatura y la tecnología crearon una comunidad virtual de literatura corta y nuevos talentos. Los primeros dispensadores se instalaron en esta ciudad, en ocho lugares públicos: ayuntamiento, oficina de turismo, bibliotecas... Hoy hay 70 en funcionamiento —principalmente en Francia y Estados Unidos—, 35 en estaciones de tren y el resto en aeropuertos, áreas de servicio de autopistas, centros comerciales, ayuntamientos, bibliotecas, hospitales, centros sociales y residencias de la tercera edad.
"Uno de nuestros primeros seguidores fue el director de cine Francis Ford Coppola que, en cuanto lo descubrió, instaló un dispensador en su café literario Zoetrope de San Francisco", dicen orgullosos los inventores.
¿Y QUIÉN ESCRIBE?
El funcionamiento de estos "especiales entregadores de cuentos" es muy sencillo. No tienen pantalla, tan solo hay que pulsar uno de los tres botones y el azar hace el resto, ofreciendo al lector un papiro con un cuento o un poema de 1, 3 o 5 minutos, según haya sido su elección. Por cierto, la lectura es gratuita y se pueden pulsar los botones cuantas veces se quiera.
Cada máquina está conectada a la web de la comunidad Short Édition, que cuenta con más de 180.000 suscriptores y más de 10.000 autores, escritores aficionados que han encontrado en esta plataforma la oportunidad de que sus relatos se lean y de hacer más agradables las esperas.