Los delitos de Blanca Suárez: entrevista con la actriz de 'Las chicas del cable'

Los delitos de Blanca Suárez: entrevista con la actriz de 'Las chicas del cable'

GTRESONLINE

Blanca Suárez es una delincuente. La policía la ha esposado en plena calle, le ha apretado la cabeza contra el capó y la ha metido en el coche para llevársela a comisaría. No es la única: hasta cuatro chicas han tenido que enfrentarse al retrato policial y confesar que se han saltado las reglas.

Menos mal que Suárez solamente es delincuente en la ficción. Toda esa historia pertenece a un pequeño anuncio, casi un corto, que la actriz madrileña de 28 años ha grabado para la firma de accesorios de cabello (secadores, rizadores, stylers…) ghd. Nada más lejos de ella misma y de sus papeles, mucho más cercanos a la bondad y la normalidad que al delito.

"Soy un poco cuadriculada. No rompo mucho las reglas", confesaba en una charla con varios medios tras presentar la campaña de Navidad de la marca de la que es imagen. Como mucho, confiesa riendo, sería culpable de algún que otro delito estilístico. "Es fácil echar la vista atrás y decir 'Cómo pude hacer eso o llevar ese color o ponerme esto otro'. Lo importante es haberlo vivido. He llevado cortes de pelo terribles, colores horrorosos, puntas abiertas. Quizá echando la vista adelante cuando tenga equis edad puede que diga: 'Esto no era lo mejor'. Pues la vida tiene eso", argumentaba con su perfecta sonrisa (enmarcada, obviamente, en una perfecta melena).

Disputada por los mejores directores de cine (ha rodado para Pedro Almodóvar o Álex de la Iglesia, con quien ahora repite en El Bar, que se estrena el 20 de enero de 2017), no le hace ascos a la televisión. Tampoco a la publicidad, aunque afirma que personalmente prefiere promocionar productos de los que sea fan y con los que se sienta cómoda. De hecho, esta es su cuarta colaboración con esta marca de belleza. "Yo ahorré para comprarme mi primera styler con 16 años", recordaba rodeada de planchas de pelo y confesando que ahora, obviamente, tiene muchas, pero que conserva aquella primera de color blanco.

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Arriba, Suárez en la presentación de la campaña. Llevaba vestido de Sandro, zapatos de Aquazzura (su último regalo de cumpleaños), pendientes de Rabat y anillos de Market Place.

Siempre comenta sus proyectos, por lo que está encantada de hablar de la televisión: en ella empezó su carrera y a ella vuelve cuando se le presentan buenos guiones. De ahí que cuente todo lo que pueda… aunque no sea demasiado. Ese es el caso de Las chicas del cable, la primera serie de producción española de Netflix y que ella protagoniza: "Estamos rodando hasta navidades, pero no puedo hablar de mi personaje". Aunque sí puede hablar del resto del elenco: comparte escenas con Yon González y Martín Rivas. "Diez años después de grabar juntos El Internado estamos teniendo un momento remember, aunque es cierto que con Yon había coincidido en otros proyectos. Lo estamos pasando estupendamente", explicaba. "Antes de trabajar con Netflix era consumidora. Me gusta mucho, me gustan sus apuestas. El modelo de sus series, películas y documentales, que hagan lo que quieran", relataba.

Suárez también habla de sus proyectos más esperados, la miniserie de Telecinco Lo que escondían sus ojos, basada en la novela homónima de Nieves Herrero. En ella se recrea la vida de la marquesa de Llanzol y su relación con Ramón Serrano Suñer, al que interpreta Rubén Cortada, de quien asegura que "es maravilloso". "Hace ya un año que rodamos. Serán cuatro capítulos, es una miniserie. Tengo ganas de verla y lo haré a la vez que todos vosotros. Telecinco ya la está anunciando, pero aún no hay fecha de estreno definitivo", recalcaba.

Con lo que no se siente tan cómoda es cuando le preguntan por sus relaciones personales (lleva aproximadamente un año saliendo con el también actor Joel Bosqued). Sin querer dar ni nombres ni muchos detalles, afirma que siempre está bien "compartir tu vida con gente que te la haga más fácil". Entonces, normal que comparta ensayos en casa con Bosqued… "Es una profesión complicada que no todo el mundo entiende. Los horarios y los viajes perturban, un actor siempre se lleva trabajo a casa y aunque de lo que menos te apetece hablar es de eso… siempre te va a tocar estudiar". Vamos, que en lo de juntar trabajo y amor la chica buena sí que es culpable.

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