Julián Muñoz: "Soy un humilde camarero, que firmó todo sin dinero a cambio"
El exalcalde de Marbella Julián Muñoz ha asegurado durante su declaración por el conocido caso Marina Mariola que es "un humilde camarero", que firmó todo lo que le dijo el fallecido alcalde Jesús Gil, pero —ha precisado— "sin dinero a cambio". En el banquillo de los acusados también está sentado el exasesor urbanístico Juan Antonio Roca. Ambos se enfrentan a una petición fiscal de diez años de prisión por supuestas irregularidades urbanísticas a través de la firma de varios convenios con una sociedad para construir un edificio de viviendas.
El juicio ha comenzado este martes en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Málaga y, durante el mismo, Julián Muñoz ha reconocido haber firmado todo, pero ha insistido en que no se llevó nunca dinero. "Saben que estoy viviendo de mi pensión y de mala manera", ha dicho.
"Es mentira que yo ejerciera como alcalde, yo no tomaba decisiones; había un alcalde titular" (en referencia a Jesús Gil), ha subrayado Muñoz, para añadir: "Solo firmaba porque hábilmente Gil se quitó de medio". Además, ha asegurado que no tenía conocimientos urbanísticos, técnicos ni jurídicos y que nunca se reunió con promotores porque "las decisiones las tomaba Gil; en ocasiones fueron acertadas pero en otras no".
Por su parte, Roca ha asegurado que en este juicio se ha cometido un error ya que él no negoció los convenios que se están investigando en este procedimiento. "Estoy aquí porque me llamo Roca, todo lo que huele a Marbella, pues venga"', ha lamentado el cerebro del caso Malaya, que ha insistido en que sí participó en más de 600 convenios pero que, en este caso y en alguno más, no.
Según Anticorrupción, se trata de unos acuerdos urbanísticos suscritos por el Consistorio de Marbella con la sociedad Marina Mariola, el primero en abril de 1995, de cesión de excesos de aprovechamientos, y que luego fue modificado en junio de 1997, generando otro exceso distinto. Anticorrupción acusa al que fuera gerente de la sociedad municipal Planteamiento 2000, Juan Antonio Roca, como inductor por los delitos de prevaricación administrativa, fraude en concurso con malversación y contra la ordenación del territorio, mientras que a Muñoz se le acusa por los mismos delitos pero en calidad de autor.
En el banquillo de los acusados también está sentado un empresario, como responsable de la sociedad, al que se le acusa por un delito de fraude en concurso con malversación y por un delito urbanístico, y durante su declaración ha asegurado que no negoció ni con Roca ni con Muñoz. Además de la pena de cárcel e inhabilitación durante cuarenta años, se pide que los acusados y la sociedad que firmó los convenios indemnicen al Ayuntamiento de Marbella con 4,7 millones de euros.
Durante el juicio, que continúa el miércoles, se ha dado la circunstancia de que Roca, mientras esperaba para declarar, ha recibido la noticia de su absolución, por primera vez, de todos los delitos por los que había sido juzgado en otro procedimiento, el caso Goldfinger, por lo que al finalizar la sesión se ha abrazado a su letrada, Rocío Amigo. Muñoz ha sido condenado a un año de prisión y diez de inhabilitación por ese mismo caso.