Primer reencuentro de OT: muchas lágrimas y canciones, pero sin rastro de 'Escondidos'
El Cometa Halley suele pasar una vez cada 75 años, el Atlético de Madrid gana una liga más o menos cada 15 y puede que el reencuentro de los concursantes de la primera edición de Operación Triunfo sólo se dé una vez en la vida.
Este pack nostálgico —formado por tres documentales y un concierto— tiene todos los ingredientes para —con permiso de Las Campos— convertirse en el fenómeno televisivo del año.
Es una lástima que parte de los momentos iniciales del reencuentro se hayan perdido por culpa de Televisión Española, que ha sacrificado algunas de las sorpresas más bonitas del programa —publicando en redes vídeos y fotos— por un puñado de clics.
En la primera parte del documental emitido este domingo 16 de octubre, los concursantes, acompañados de Noemí Galera y de Manu Guix, se han dedicado a compartir reflexiones al piano. La emoción por ver llegar a los triunfitos se desvaneció cuando empezaron a llorar y a llorar al recordar su paso por la Academia, en algunos momentos parecía que en lugar de un concurso de canto habían coincidido en la guerra de Vietnam.
Rosa López, en su momento Rosa de España, fue la primera en confesar los miedos que le produjo el programa. Además, recordó cómo había sido su cambio físico durante el concurso. Lo cierto es que parece que este primer episodio ha servido más de catarsis que otra cosa y la nostalgia ha sido invadida por la tristeza.
Operación Triunfo dejó momentos que quedarán siempre en el recuerdo colectivo: el "sufro como Geno", las lágrimas de Bustamante —a pesar de que el programa ha dejado claro que el más llorón fue Manu Tenorio—, la relación entre Bisbal y Chenoa y el nombre de Juan Camus, que la gente recuerda sin saber por qué.
Este primer capítulo abordó cómo unos jóvenes e inexpertos aprendices de cantante llegaron a una Academia en la que lograron perfeccionar su voz hasta convertirse en estrellas, bueno no todos. Aunque visto así, parece la historia de Harry Potter.
La realización del programa alternó los testimonios de algunos de los triunfitos, como Álex Casademunt, Vero o Geno (a la que no le faltaron ni las lágrimas ni su propia etiqueta en Twitter #sufrocomoGeno) que explicaron lo duro que fue asimilar todo el éxito y la fama que lograron con el programa. El propio Casademunt dijo que a él le hubiese gustado cantar en solitario y que le hicieron un grupo que no tenía nada que ver con él. Además, Alejandro Parreño criticó que durante el programa le ponían canciones que nada tenían que ver con su estilo musical.
El buen rollo entre ellos es palpable y eso se nota en las continuas bromas que se han gastado durante la emisión y la infinidad de anécdotas que tienen juntos, como cuando Bustamante contó que en Eurovisión Bisbal y él habían tomado unas cuantas copas de vino de más. Los recuerdos que todos han vivido se han materializado en las canciones que han cantado juntos en el documental y que han transportado al público a 2001: Bustamante y Gisela cantaron Vivo por ella; Rosa y Chenoa Sueña —tema que cantaron junto a Bisbal, aunque esta vez no quiso sumarse—, Manu Tenorio y Nuria y Fergó cantaron Noches de Bohemia. Además, Alex Casademunt y Bustamante interpretaron Dos Hombres y un destino tema posterior del disco que sacó en solitario el cantante de San Vicente de la Barquera.
El primer programa ha concluido —como si de un thriller policíaco de esos que empiezan por el asesinato se tratase— con todos los concursantes cantando Europe's Living a Celebration, la canción con la España fue a Eurovisión en 2001 y que tantas alegrías ha dado a este país.
Aunque lo que todos los espectadores esperan es ese momento en el que Bisbal y Chenoa vuelvan a cantar Escondidos, y todo apunta a que será durante el concierto que se celebrará el 31 de octubre en el Palau Sant Jordi. Habrá que esperar...