La viuda de Robin Williams cuenta en una carta el infierno que lo llevó al suicidio
Se llama "El terrorista dentro del cerebro de mi marido" y es la carta con la que Susan Schneider Williams, mujer de Robin Williams, ha querido explicar el infierno que vivió el actor antes de suicidarse, en agosto de 2014. En el texto, publicado en la revista Neurology a modo de diario, habla del deterioro mental del actor durante sus últimos meses de vida, hasta su muerte, a los 63 años, y cómo lo vivieron ambos.
Es uno de los gestos que Schneider, que sigue afrontando la pérdida del legendario actor, tiene como parte de su admirable trabajo para dar a conocer las enfermedades neurodegenerativas. Asegura que es "clave" que la sociedad esté concienciada sobre ellas.
En la desgarradora carta explica cómo su marido tenía ataques de paranoia, alucinaciones, insomnio y fallos de memoria. "La psicoterapia y otras ayudas médicas se convirtieron en constantes para intentar manejar estas condiciones", narra.
"Esta es una historia personal, tristemente trágica y desgarradora, pero quiero compartirla con vosotros con la esperanza de que pueda ayudar a otros. Como ya sabéis, mi marido Robin Williams tenía la poco conocida, pero mortal, demencia de los cuerpos de Lewy (conocida como LBD, por sus siglas en inglés). No estuvo solo en esta traumática experiencia. Como sabéis, casi 1.5 millones de personas lo están sufriendo ahora mismo en Estados Unidos", comienza en su carta.
"No solo perdí a mi marido por LBD. Perdí a mi mejor amigo. Robin y yo habíamos encontrado el uno en el otro ese amor incondicional que habíamos anhelado siempre. Uno de mis momentos favoritos era cuando hacíamos juntos el repaso de cómo habían ido nuestros días. Normalmente lo hacíamos al acabar el día. No importaba que estuviéramos haciendo: trabajando en casa, viajando juntos o si él estaba rodando fuera. Hablábamos sobre nuestras alegrías, nuestros miedos y nuestras inseguridades... Cualquier problema era superable porque nos teníamos el uno al otro", recuerda Schneider.
La mujer del actor también se sirve de la carta para denunciar que los médicos "nunca supieron exactamente cuál era el tipo de demencia" que Williams padecía, lo que hizo que el actor tuviera que sufrir mientras se perdía a sí mismo sin saber realmente lo que estaba pasando. Esta impotencia sobre su propia vida fue lo que condujo al actor a la decisión de suicidarse poco tiempo después.
Ahora, y desde la muerte del actor, Susan trabaja con una fundación que busca la cura para esta enfermedad. "No hay ninguna cura y Robin estaba volviéndose loco [...] ¿Puedes imaginar el dolor que sintió mientras veía cómo se desintegraba?".
Por último, Susan ha recordado el último día de la gran estrella, así como lo que le dijo: "Hicimos todas las cosas que nos encantan en un fin de semana cualquiera, como una cita larga. Al acabar el domingo, llegué a sentir que se encontraba mejor. Cuando nos fuimos a dormir, me dijo, 'Buenas noches, mi amor'. Sus palabras aún hacen eco en mi corazón".
"El lunes, 11 de agosto, Robin se fue. Desde entonces, el tiempo no ha funcionado igual para mí. Y desde entonces he intentado buscar la razón médica por la que mi marido estaba así. Uno de sus médicos me dijo que era como si tuviera cáncer en todos los órganos de su cuerpo. El principal problema fue que nadie pudo interpretar a tiempo los síntomas de Robin", concluye.