El 'ejército' susanista
Un general no gana la guerra sin un buen ejército detrás. Y Susana Díaz ataca a Pedro Sánchez ya con todas sus fuerzas. Detrás de ella, aparece su círculo más íntimo, las personas con las que ha ido labrando esa operación, que le han acompañado durante este tiempo al frente del PSOE andaluz, los que saben más secretos de la sevillana.
¿Y quiénes son esos fieles soldados y consejeros? Este jueves aparecía en la escena nacional Verónica Pérez. España se aprendía el nombre de esta política andaluza, pero los que siguen los pasos de Díaz la conocen muy bien. Ella es actualmente la secretaria general del PSOE de Sevilla -la agrupación provincial más importante del partido-, ejerce como presidenta del Comité Federal del PSOE y tiene escaño en el Parlamento andaluz, donde es secretaria primera del Parlamento de Andalucía.
Pérez es una de las personas más cercanas a Díaz y fue la designada precisamente por la presidenta de Andalucía para que la sucediera al frente de la agrupación sevillana. El PSOE de esta provincia es una gran maquinaria electoral, a la vez que un gran campo de batalla interno. No es fácil dominarlo. La propia Díaz lo sabe. Pérez se hizo con las riendas provinciales una vez Díaz cogió el timón del PSOE andaluz y lo logró con el respaldo del 95% de los compromisarios en noviembre de 2013. Esto era algo que no se veía desde hacía mucho tiempo. Un año y medio antes, en cambio, la presidenta andaluza había conseguido ese puesto con el 67% de apoyos frente al 33% cosechado por el candidato auspiciado por los críticos, Antonio Gutiérrez Limones.
Díaz y Pérez
Pérez se autoproclamó este jueves la “única autoridad” del PSOE a las puertas de Ferraz. La tesis de los críticos es que ya no tiene legitimidad la actual dirección liderada por Pedro Sánchez al haber dimitido 17 miembros de la Ejecutiva. Esto nos lleva a otro de los soldados de Díaz. ¿Quién presentó ese documento? El encargado fue Antonio Pradas.
PRADAS, LA VOZ DE LOS DIMITIDOS
Pradas es ni más ni menos que el ‘número tres’ del PSOE a nivel nacional al ocupar hasta ahora la Secretaría de Política Federal -área encargada de los temas territoriales-. No es un puesto cualquiera y, además, tiene un gran valor simbólico. Ese sillón suele estar reservado para un andaluz y lo han tenido en la última década Mar Moreno, Carmen Hermosín o el fallecido Alfonso Perales, entre otros.
El sevillano, diputado en el Congreso, fue el encargado de ejecutar el golpe de las firmas este miércoles. Fue un momento muy duro, no le dejaron atender a los medios dentro de la sede. Se quejó hasta de no poder entrar a su despacho. Desde entonces, se ha convertido en la voz de los dimitidos de la Ejecutiva. Lejos queda aquel verano de hace dos años, cuando él fue uno de los que se presentó en ese mismo hall con una caja llena de avales para que Pedro Sánchez fuera secretario general del grupo parlamentario.
En la reunión del Comité Director del PSOE de Andalucía de este jueves, le dieron la palabra a Pradas para que expresara sus sentimientos tras este duro papel. “Qué curioso que gran parte de la base de esos insultos que estamos recibiendo en redes sociales tienen como base esos dos argumentos que han comprado algunos compañeros radicalizados con mucha tranquilidad, que defienden un derecho a decidir frente a los órganos representativos del partido, o contra, que es peor, y que han comprado también que hay una parte del partido que son sus dirigentes que forman parte de una casta", decía ante lo más granado del PSOE andaluz.
Díaz y Pradas
LA CLAVE DE NAVARRO
También tomó la palabra al inicio de esta reunión del Comité Director del PSOE andaluz Micaela Navarro. Ella es otra de las piezas clave de la operación y su marcha de la Ejecutiva ha sido un duro revés para Sánchez, ya que ocupa la Presidencia del partido -también ejerce ese cargo en el PSOE andaluz-.
Una situación extrema: el PSOE no tiene presidente. Es el puesto de máxima referencia, como una especie de valedor moral. Los propios sanchistas, según fuentes consultadas, no se creían que Navarro se atreviera a abandonar de esa manera la Ejecutiva. Hasta había ‘susanistas’ que dudaba de la lealtad de la jienense hacia Díaz.
Y es que la historia de Díaz y Navarro ha dado que hablar siempre mucho en el partido. Las dos han pertenecido a sectores diferentes en varias batallas internas. Una de ellas fue el congreso federal de 2012: Díaz iba con Carme Chacón y Micaela Navarro con Alfredo Pérez Rubalcaba. Otro pulso fue el que se jugó posteriormente por la sucesión de José Antonio Griñán, donde Díaz era la favorita, pero el sector crítico intentó montar una candidatura alternativa y Navarro emergía como la única figura para hacerle sombra a la sevillana. Al final se llegó a un acuerdo y la jienense se hacía con la Presidencia del PSOE andaluz y la sevillana con la Secretaría General.
Desde entonces, sus caminos empezaron a ir de la mano. En el congreso que ganó Sánchez se pactó que Navarro fuera también la presidenta del PSOE a nivel nacional. En la madrugada que se negociaba la composición de la actual Ejecutiva, en un pasillo del Hotel Auditorium, Díaz explicaba la importancia de que Navarro ocupara el cargo, pues a ella le había ayudado a “coser” el partido en Andalucía.
Sí, sí, el verbo “coser”. Díaz lo utilizaba este jueves mismo para hablar de la situación del partido. ¿Y por qué coser? En Andalucía y, sobre todo en el PSOE andaluz, hay que pensar también en clave provincial. Es la comunidad más poblada y siempre se debe buscar un equilibrio territorial entre las ‘ocho hermanas’. ¿De dónde es Navarro? Jaén. ¿Y? Cuando llegó Díaz al poder había un fuerte enfrentamiento entre los ‘griñanistas’ -entre los que estaba la actual presidenta andaluza- y el sector crítico andaluz -entre los que estaba Gaspar Zarrías- Este había sido el hombre con más poder de la época de Manuel Chaves, conoce todos los resortes del sur y había sido decisivo para que se fugaran votos andaluces hacia Rubalcaba frente a Chacón a través de Jaén. Y la sevillana necesitaba a esa provincia para tener en paz al partido. Lo consiguió con este movimiento. Tal ha sido el viraje de Jaén hacia Díaz, que hasta el líder provincial, Francisco Reyes, estuvo en el bautizo del hijo de la presidenta andaluza.
Díaz y Navarro
LOS ABAJO FIRMANTES
Sigamos analizando las piezas que se han movido estos días. Pradas, Navarro… y faltan otros miembros del PSOE andaluz entre los que han dimitido de la Ejecutiva: María José Sánchez Rubio, Juan Pablo Durán, Estefanía Martínez Palop, Noemí Cruz y Pacote Pizarro.
Sánchez Rubio fue uno de los fichajes estrella de Díaz para su primer Gobierno andaluz. Esta exdiputada granadina es conocida por su participación en temas sociales y fue nombrada consejera de Igualdad y Sanidad, una de las grandes áreas de competencia autonómica. Andalucía siempre presume de su política sanitaria y Díaz también la colocó en la Ejecutiva nacional para llevar esta cuestión. Actualmente, ocupa el cargo de consejera de Igualdad y Políticas Sociales.
Otra firma era de Durán, otro ‘pata negra’ del PSOE andaluz. Fue el primer cargo institucional elegido por Díaz tras ganar las elecciones de marzo de 2015 y ocupa el puesto de presidente del Parlamento andaluz. Además, es el líder del PSOE de Córdoba -equilibrio territorial-. En estas conexiones socialistas, podemos señalar que tiene como responsable de comunicación a Mercedes Pastor, que en su día llevó las riendas de prensa del PSOE de Madrid cuando lo lideraba Tomás Gómez -otro de los que firmó la carta de dimisión-.
Pasemos a Martínez Palop, Cruz y Pizarro. Los tres fueron incluidos por Díaz y Sánchez en la Ejecutiva Federal para rejuvenecer los órganos de dirección. La propia presidenta andaluza decía aquella madrugada del congreso del PSOE que era una nueva dirección “insultantemente joven”. El fantasma de Podemos acechaba. Martínez Palop pertenece al PSOE de Málaga, es concejala en esa ciudad y fue también uno de los rostros jóvenes que presentó los avales de Sánchez en Ferraz. Pizarro es otra de las joyas del nuevo PSOE andaluz y ocupa el cargo de director del Instituto Andaluz de la Juventud. Cruz es parlamentaria en Sevilla y pertenece al PSOE de Almería, perteneciendo al círculo del secretario provincial, José Luis Sánchez Teruel, un hombre afín a Díaz y que le ayudó a derrotar a su sector rival en esta zona durante el griñanismo.
MONTERO Y HEREDIA: CONTROLAR LA COMISIÓN DE GARANTÍAS Y EL CONGRESO
El plan de Díaz y de los críticos es que ahora la Comisión de Garantías del partido dirima sobre la legitimidad de la actual dirección. La siguiente pregunta: ¿quién está allí? El sector afín a Díaz tiene mayoría en su órgano. La pieza fundamental de Díaz ahí es María Jesús Montero, ahora consejera de Hacienda y Administraciones Públicas del Gobierno andaluz. Ella es uno de los rostros más potentes del Ejecutivo autonómico y los periodistas capitalinos la conocen por ejercer una fuerte oposición contra el ministro Cristóbal Montoro en las reuniones del Consejo de Política Fiscal y Financiera. Ayer aguardaba dentro de Ferraz, sin que los informadores lo supieran, por si había que hacer el polémico informe con el que venzan los críticos. Abandonó al mediodía la sede y no quiso hablar con nadie.
Durán y Díaz
Sí habló a puerta cerrada esta semana otro de los soldados andaluces en Madrid, Miguel Ángel Heredia. El malagueño es el cargo más importante del PSOE andaluz en el Congreso de los Diputados, donde ejerce el puesto de secretario general.
LOS IDEÓLOGOS DE SAN TELMO Y SAN VICENTE
Estas piezas andaluzas se mueven en Madrid, pero Díaz ha preparado todo este plan en San Vicente y San Telmo. Su ‘número dos’ en el partido en Andalucía es Juan Cornejo, un gaditano encargado de mover todos los hilos en el socialismo del sur. Partido, partido, partido. Y él conoce todas las luces y miserias de esta organización. Ha probado en primera persona durante años los sinsabores de las anteriores guerras cainitas en el PSOE de Cádiz. Lo que dice por su boca es lo que piensa la presidenta. Sus palabras fueron las primeras en levantarse contra Sánchez en Andalucía a principios de semana cuando se anunció por parte de Ferraz la intención de hacer primarias el 23 de octubre.
Cornejo, Jiménez, Díaz y Jiménez Barrios
En el círculo de Díaz tiene una especial importancia Máximo Díaz-Cano, un castellanomanchego que llegó a la corte andaluza de la mano de José Antonio Griñán. Este político de La Solana (Ciudad Real) es secretario general de Presidencia de la Junta de Andalucía. Ahora siempre se le puede ver detrás de Díaz, tanto acompañándola a los platós de televisión como a reuniones del partido.
Su vínculo con Díaz llegó principalmente a raíz del congreso de 2012, ya que Díaz-Cano era el jefe de campaña de Chacón y la andaluza se volcó también en buscar votos para la exministra de Defensa. Es sin duda el estratega más fino que tiene a su lado la andaluza actualmente y también sirve para coordinarse con Emiliano García-Page y la federación de Castilla-La Mancha.
Díaz-Cano y Díaz
En el entorno sevillano de Díaz goza de especial importancia Manuel Jiménez Barrios ("Chiqui"), el vicepresidente del Gobierno andaluz. Él representa el lado más institucional y fue el encargado de sustituir a la sevillana en la Presidencia durante su baja por maternidad en el verano pasado. Por lo tanto, ante una eventual marcha a Madrid, podría ser el encargado de llevar la Junta. No obstante, en Sevilla hay continuos rumores con nombres que afectan también a consejeros y parlamentarios sobre quién sería el sustituto de Díaz en este escenario.
En Andalucía también hay otros dos hombres muy cercanos a Díaz. Por un lado está Mario Jiménez, con él formaba la guardia pretoriana de Griñán (él dominaba el partido y ella la Junta a través de la Consejería de Presidencia en aquellos tiempos). A los dos los posicionó en la carrera sucesoria, que al final ganó la sevillana. Actualmente ejerce como voz parlamentario y como principal azote contra el Partido Popular en el Hospital de las Cinco Llagas.
Ese círculo-ejército socialista lo cierra Miguel Ángel Vázquez, periodista y actual portavoz de la Junta de Andalucía. Es el encargado de informar tras los consejos de Gobierno y es un elance entre la presidenta y los medios de comunicación. Ya estuvieron en el mismo equipo durante la fase final de Griñán y tienen confianza mutua.
Este es el susanismo en estado puro.