Blesa defiende su 'black': "El Banco de España y Hacienda nunca pusieron tacha"
El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa ha asegurado que la tarjeta que empleó en Caja Madrid y repartió a varios de sus consejeros y altos cargos "era de libre disposición" y no era preciso "la justificación de los gastos que se realizaban". "El Banco de España y Hacienda nunca pusieron tacha alguna ni vieron irregularidad durante 23 años", ha concretado.
Ha asegurado que solo responderá a la Fiscalía Anticorrupción, el tribunal y su abogado defensor, ha agregado que la recibió en 1994 de manos del secretario general de la entidad que le dio a entender que era un complemento retributivo.
Blesa, que presidió Caja Madrid entre 1996 y 2010 se enfrenta a una petición fiscal de 6 años de prisión y multa de 108.000 euros. Gastó de forma directa 436.688,42 euros con su tarjeta black aunque se le reclama una indemnización que abarca la cantidad completa que gastaron sus consejeros y altos cargos durante su mandato, 9,3 millones.
Destinó el plástico al pago de hoteles de lujo —hasta alcanzar una cantidad de 76.642 euros— joyas por importe de más de 6.000 euros y artículos de Louis Vuitton.
CERTIFICADO DE HABERES
Blesa ha señalado que "todo el mundo estaba en la creencia" de que los gastos que cargaron los exaltos cargos y directivos de la caja con sus tarjetas 'black' se incluían en el certificado de haberes de la entidad, es decir, que la caja los declaraba a la Hacienda Pública.
"Todo el mundo estaba en la creencia de que eso estaba incluido y no había por qué dudarlo. Nadie sabe qué tratamiento fiscal se estaba dando a las retribuciones" ha alegado Blesa, que se enfrenta a una pena de prisión de seis años y una multa de 108.000 euros por autorizar la emisión de estas tarjetas y el gasto efectuado con su plástico, que asciende a 436.688,42 euros.
Así, ha criticado que se haya publicado en los medios de comunicación el desglose de los que cada uno gastó y ha dicho que nadie tenía por qué saber cómo se gasta el dinero ni de Caja Madrid "ni de ninguna organización". "En todas las organizaciones el esfuerzo y la dedicación se compensa con una retribución", ha justificado.
Ante las dudas planteadas por el fiscal sobre este punto, Blesa ha respondido que los encargados de revisar las cuentas "tenían suficientes 'pistas' para conocer su existencia" . "Los auditores necesariamente conocen las tarjetas porque tienen obligación de examinar las actas de los órganos de gobierno y de ahí se puede deducir la existencia de la naturaleza", ha sentenciado.
"TRANSPARENTE Y NO OPACA"
En este sentido, el expresidente de Caja Madrid ha negado que las cuentas de la caja fueran "opacas" y ha dicho que "la oscuridad no se ha producido en la contabilización". Ha insistido en que los plásticos tenían por objetivo de "dignificar la retribución de la única forma en la que podía hacerse" que era creando una nueva retribución mediante tarjeta.
El fiscal le ha inquirido por diversos correos enviados por el exsecretario del Consejo de Caja Madrid Enrique de la Torre y otros directivos respecto a las 'visas' y al respecto ha explicado que no conoce su contenido porque no leía los mails, pese a estar en copia. De hecho dio una orden para que le escribieran directamente cuando necesitaran comunicarle alguna información.
Luzón se refería en concreto a un mensaje remitido por De la Torre en el que se recordaba la necesidad de ser "discretos" en todo lo relativo a la tarjeta ya que era un asunto "delicado" y se destacaba que los plásticos tenían "el beneplácito de la presidencia".
BANKIA Y EL FROB
Por su parte, la sección cuarta de la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha ratificado el papel de Bankia, su matriz, BFA, y el FROB como acusaciones particulares en el juicio por las tarjetas "opacas" de Caja Madrid después de rechazar las cuestiones previas planteadas por las 65 defensas.
En la sesión inaugural del juicio, los letrados de los expresidentes de la extinta caja de ahorros, Miguel Blesa y Rodrigo Rato, para quienes la Fiscalía pide 6 años y 4 años y medio de cárcel, respectivamente, por apropiación indebida, alegaron que ni Bankia ni su matriz BFA o el propio FROB pueden acusarles de unas prácticas ajenas a estas entidades.
Todo ello porque, en su opinión, Caja Madrid era jurídicamente "distinta e independiente" de Bankia o BFA, a las que no reconocen como herederas legales de la extinta caja y que, por lo tanto, no pueden considerarse afectadas.
Por ello, solicitaron la nulidad de las pruebas aportadas por Bankia ya que, además, fueron obtenidas "en base a documentación con acceso ilegítimo".
Tras la resolución de las cuestiones previas, la sala procederá al interrogatorio de los usuarios de las polémicas tarjetas; el primero en inaugurar la ronda será el expresidente de la caja Miguel Blesa, a quien se le imputan unos gastos que ascienden a 436.688 euros.