10 frases célebres de Roald Dahl para celebrar el 100º aniversario de su nacimiento
Este 13 de septiembre se cumplen 100 años del nacimiento de Roald Dahl, autor de las entrañables novelas infantiles Matilda, James y el melocotón gigante o El gran gigante bonachón. Dahl también es conocido por sus libros para adultos —novelas de misterio con argumentos más complejos— y por su participación en la Segunda Guerra Mundial con la Fuerza Aérea británica.
Se puede afirmar que entre todo lo que logró y experimentó, los libros de Dahl y sus reflexiones son una gran fuente de sabiduría e inspiración. Aquí tienes 10 de las mejores frases de este autor:
"Es un insensato el que se empeña en ser escritor. Su única compensación es la libertad absoluta. No tiene quien le mande, salvo su propio espíritu, y eso, estoy seguro, es lo que le tienta".
"No hagas nunca nada a medias si quieres salirte con la tuya. Sé extravagante. Pon toda la carne en el asador. Asegúrate de que todo lo que haces es tan completamente disparatado que resulta increíble…" —Matilda
"Observa con ojos brillantes el mundo que te rodea porque los secretos más grandes están siempre escondidos en los sitios más insospechados. El que no cree en la magia nunca la encontrará".
"Nunca dudes de algo de lo que nadie está seguro".
"Creo que tengo la necesidad de que todos piensen que soy el mejor. Y si no consigo dejarlos pasmados, deslumbrados e incluso un poco intimidados, pues no me siento bien conmigo mismo". —Fantástico Sr. Fox.
"Da igual quién seas o qué aspecto tengas mientras que alguien te quiera". —Las brujas.
"La poderosa mente de Matilda continuó creciendo, nutrida por las ideas de todos los autores que habían lanzado sus libros al mundo como barcos a la mar. Aquellos libros dieron a Matilda un mensaje esperanzador y reconfortante: no estaba sola". —Matilda.
"Si te portas bien, la vida irá bien". —Matilda.
"Es muy improbable. Pero —y aquí viene el gran «pero»— no es imposible". —Las brujas.
"Si te interesa algo, sea lo que sea, ve a por ello a toda velocidad. Recíbelo con los brazos abiertos, abrázalo, ámalo y, sobre todo, apasiónate por ello. Lo tibio no es bueno. Lo caliente tampoco. Ser incandescente y apasionado es la única opción".
Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Irene de Andrés Armenteros.
