Pamplona quiere exhumar los restos de los generales golpistas Sanjurjo y Mola
El Ayuntamiento de Pamplona ha iniciado este miércoles el proceso para la exhumación de los generales golpistas Emilio Mola y José Sanjurjo. Los dos protagonizaron, junto a Franco, el alzamiento militar que dio lugar a la Guerra Civil española de 1936 y los dos fallecieron en sendos accidentes de avión.
"No hay aquí ningún atisbo de revanchismo, ni de favorecer a unos o a otros, sino más bien de cumplir la legalidad vigente y de hacer justicia con una parte de nuestra historia", dijo el alcalde de Pamplona e historiador Joseba Asirón, que gobierna la ciudad por parte de EH Bildu, en coalición con Geroa Bai, Aranzadi e Izquierda-Ezkerra.
(Sigue leyendo después del tuit)
Mola y Sanjurjo están enterrados, junto a otros franquistas, en una cripta del llamado Monumento a los Caídos de Pamplona. Aunque el Ayuntamiento de la ciudad lo gestiona desde 1998, el Arzobispado mantuvo el uso religioso del edificio.
LA LEY DE MEMORIA DE NAVARRA
Junto a los restos de los generales Emilio Mola y José Sanjurjo, que fueron trasladados a esa cripta en 1961, en los otros seis sepulcros se encuentran fallecidos de cada una de las divisiones territoriales de Navarra, así como el muerto más joven y el de mayor edad durante la Guerra Civil.
Expertos forenses llevarán a cabo trabajos de exhumación, comprobación y documentación de los restos mortales contenidos en la cripta del Monumento a los Caídos y, una vez identificados, serán entregados a los familiares.
El Ayuntamiento ha citado, en el anuncio de la puesta en marcha del proceso de exhumación, la Ley navarra sobre Memoria Histórica, que prevé la retirada de las menciones y símbolos franquistas, el fomento del estudio y conocimiento de los hechos acaecidos durante la dictadura (1939-75) y la protección de los monumentos de memoria de las víctimas.
DOS PROTAGONISTAS DEL GOLPE
El general José Sanjurjo había desempeñado cargos de responsabilidad en el Ejército de la Segunda República, pero pronto se distanció del régimen y protagonizó incluso un intento de golpe de estado en 1932. Fue la conocida Sanjurjada, tras cuyo fracaso intentó huir a Portugal. La República le detuvo y le condenó a muerte, aunque finalmente conmutó su pena por la de cadena perpetua, aunque acabó beneficiándose de una amnistía.
En 1936, estaba entre los más destacados conspiradores para acabar con el Gobierno del Frente Popular, que había sido elegido poco antes. Estaba previsto que Sanjurjo asumiera la Jefatura del Golpe de Estado, pero su avioneta se estrelló el 20 de julio de 1936, cuando viajaba a Burgos para hacerse con el mando.
Emilio Mola falleció un año después, también en un accidente de aviación. El general había sido el planificador del golpe de Estado que dio lugar a la Guerra Civil y desde el principio le disputó a Franco el liderazgo de las fuerzas sublevadas contra la legalidad de la República. Aunque su muerte el 3 de junio de 1937 se considera accidental, muchos han discutido el papel que pudo jugar Franco, el principal beneficiado por su desaparición.