El abismo entre Sánchez y Rajoy
No soportan ni mirarse. Rocosos, antagónicos, sin ganas de entenderse. El presidente en funciones, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha escenificado en el debate de investidura en el Congreso el abismo que les separa a base de reproches, ironías, duras críticas y cuestionamientos que duelen.
Tras el monótono y difuso discurso del candidato del PP este martes por la tarde, llegaba el turno a primera hora del miércoles para el cara a cara. Y lo que muchos soñaron que fuera un momento para desbloquear la situación -a través de la claudicación del PSOE o de un acto de responsabilidad, según cada parte- se ha convertido en un arisco capítulo de una obra que acabará mal este viernes.
Los dos se han lanzado lo que ya sabían, pero que les remueve por dentro. “Un no rotundo”, le ha espetado Sánchez a Rajoy a pesar del “chantaje” de unas elecciones el próximo 25 de diciembre. Y ante esa “amenaza” electoral, Rajoy le ha solicitado al líder del PSOE que dé una salida: “Le pido que se abstenga”.
Sánchez se ha cobrado el mal rato que pasó en marzo en su investidura fallida y le ha recordado “abriendo y cerrando comillas” muchas de las frases que entonces le dijo Rajoy y que se pueden aplicar ahora al candidato popular. Al líder del PP no le ha sentado nada bien recordar aquellas citas y ha hecho hincapié en que tiene 52 escaños más que el PSOE.
Y es que Sánchez ve claro que el “agua y el aceite” no pueden entenderse. “El PSOE no se va abstener”, le ha trasladado claramente a Rajoy, aunque no ha desvelado los pasos que dará una vez el Congreso diga ‘no’ al popular esta semana. El candidato popular no sabe cómo superar este muro. Eso sí, ha sacado durante parte del debate su ironía gallega para ridiculizar a Sánchez: "No abuse, con que me diga que no ya es suficiente”.
SÁNCHEZ: "LA LEGISLATURA DEL CHANTAJE"
“Seré claro y directo. El PSOE votará en contra de su candidatura y lo vamos a hacer con absoluta convicción, por coherencia con el ideario, por compromiso con los votantes y por el bien de nuestro país”. Esta ha sido la declaración de intenciones con la que arrancado el secretario general socialista su intervención.
El socialista llegaba a esta sesión tras haber capeado la presión desde el 26 de junio. El objetivo del PP es que se abstenga y Sánchez se aferra a la resolución del Comité Federal de su partido en la que se especifica que se dirá no al Partido Popular. El líder del PSOE está convencido de que facilitar un Ejecutivo de derechas sería la puntilla para el partido, pero es consciente de que a partir del viernes comenzará otra novela. Varios barones, como Guillermo Fernández Vara y Ximo Puig, ya han alertado de que habrá que concretar la fórmula para evitar elecciones después de la segunda votación en negativo.
Pero hoy tocaba la “crónica de una derrota anunciada”, como ha señalado Sánchez. Y ese ‘no’ del PSOE es, según ha explicado, contra la corrupción, contra los “recortes”, contra leyes como la reforma laboral, la LOMCE y la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
A través de sus palabras el líder del PSOE ha intentado evitar la culpa de unas terceras elecciones. Al final, esa será la gran batalla de relatos en los próximos meses. Rajoy ha dejado caer que parece que Ferraz “desea” esos comicios. Sánchez ha afeado al candidato del PP que se presente con el “usted o el caos”. “Hay vida más allá del señor Rajoy”, ha dejado caer.
La coincidencia de unas terceras elecciones con Navidad es un “chantaje” de Rajoy de acuerdo con la presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha apuntado Sánchez. “Han dejado el Congreso por los suelos”, ha apostillado sobre esta “malintencionada” fecha.
“En esto días se hace uso y abuso de las responsabilidades. Tenemos la obligación de representar de forma leal a millones de españoles que no desean que Rajoy y el PP siga gobernando este país”, ha explicado el socialista. “La incapacidad es exclusiva suya y nadie más es responsable de ella”, ha agregado sobre los votos insuficientes del popular.
Sánchez no puede aceptar un Gobierno del PP por temas como la corrupción -“Luis, sé fuerte”, le ha recordado”-, su inmovilismo en la cuestión territorial catalana, el abuso de las instituciones -ha cargado duramente contra la actuación del ministro del Interior- y por la falta de políticas sociales. Además, ha avanzado que Rajoy está diciendo “mentiras” en la investidura en temas como la política fiscal. “No cuente con los socialistas”, le ha reiterado. “Un no rotundo”, ha repetido.
"CON QUE ME DIGA NO, YA ES SUFICIENTE"
No, no, no, no, no. A Rajoy le ha molestado este martilleo y ha decidido sacar su vena de ironía gallega. En esa revolera el líder del PP sabe desenvolverse con mayor gracia que en los discursos. “Señor Sánchez, he venido a pedir su colaboración, ello me obliga a tratarle con más deferencia que como lo hago habitualmente y a cuidar más las expresiones”. La primera, en la frente. “No abuse, con que me diga no, ya es suficiente”, ha puntualizado.
Tenía guardadas más frases para herir: “Si dice que somos la quintaesencia de todos los males y, a pesar de ello, tenemos más escaños. ¿Puede explicar a la Cámara que opina de su ejecutoria al frente del PSOE”. “Si yo soy tan malo, ¿cuán malo es usted? Pésimo”. Otra expresión no muy adecuada para el pacto.
“No creo que Rivera y yo pasemos a la historia por el acuerdo, pero a lo mejor por otras razones. Pero el que va a pasar a la historia es usted porque va a provocar unas terceras elecciones en España”, ha comentado el presidente agitando esa convocatoria. “Un disparate”, ha lamentado.
Nada de halagos, nada de cariño, nada de guiños con amor. Una petición de Rajoy: "Déjennos ustedes al menos gobernar. No bloquee y no nos lleve a una tercera convocatoria electoral".
El debate deja un resultado: todo sigue igual. Con este escenario, ya estamos de camino a unas terceras elecciones.