Una madre que sobrevivió al terremoto de L´Aquila pierde a su hija en el de este miércoles
La pequeña Marisol Piermarini, de 18 meses, dormía en su cama de la casa en la que pasaba sus vacaciones en Arquata del Trono cuando el terremoto de este miércoles se la llevó. Es una de las 38 víctimas mortales que ha dejado el seísmo que ha asolado a Italia. A medida que pasan las horas se van conociendo las historias personales de los damnificados, como la de Marisol, que ha consternado a todo aquel que la lee.
Sus padres, Martina y Maximiliano, decidieron dejar Aquila, su ciudad natal, en 2009, después del terremoto que dejó 300 muertos. Aquella terrible experiencia hizo que se mudaran a Ascoli, pero no pudieron esquivar la tragedia. Han perdido a su hija y ahora ellos tratan de recuperarse de las heridas físicas que el seísmo les ha provocado. La vida de ninguno de los dos corre ningún riesgo y sus familiares ya se han desplazado hasta el hospital en el que la pequeña Marisol ha muerto.
El caos en el país es máximo en estos momentos. Desde primera hora los bomberos tratan de rescatar con vida a las personas que han quedado atrapadas bajo los escombros y el número de víctimas mortales todavía no es definitivo. La cifra oficial es de 38, pero medios italianos aseguran que ha superado ya los 60, tras el hallazgo de nuevas víctimas de entre los escombros a que han quedado reducidos viviendas y edificios en las localidades afectadas.
Sólo en Amatrice su alcalde, Sergio Pirozzi, ha informado a la agencia Adnkronos de que hay 35 muertos. Según informa La Stampa, la ciudad ha quedado literalmente dividida en dos, por lo que en la zona norte hay catorce cadáveres en un patio y en la sur hay otros 21 en el patio de una escuela.
