SuperMario protagoniza el momento álgido de la ceremonia de clausura
SuperMario, el mítico fontanero, protagonizó uno de los momentos álgidos de la clausura de los Juegos de Río 2016 y permitió atisbar lo que puede ofrecer Tokyo 2020.
La bandera japonesa inundó el centro del estadio, desplegada por robots, primera señal del futurismo y vanguardismo que pueden esperar dentro de cuatro años.
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La ciudad japonesa mostró su cultura, representada por dos de sus icónicos personajes, el mencionado SuperMario, referencia de los videojuegos, o Doraemon, de sus dibujos.
Precisamente el fontanero fue el encargado, junto al popular gato de llegar desde la capital nipona a la ciudad brasileña y hacer su aparición en el recinto transformado en el Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, en uno de los momentos más curiosos de la ceremonia.