El octavo aniversario del accidente de Spanair, marcado por una nueva sentencia
El aeropuerto de Madrid celebró hoy un acto en memoria de las víctimas del accidente de un vuelo de la compañía Spanair, con motivo del octavo aniversario de una tragedia, en la que perdieron la vida 154 personas, entre ellos 19 extranjeros, y que está marcado por una nueva sentencia judicial.
El accidente del vuelo JK5022, un modelo McDonnell Douglas MD82 que cubría el trayecto Madrid-Las Palmas (Islas Canarias) fue uno de los más graves de la aviación civil española, y se produjo segundos después de que la aeronave iniciara el despegue del aeropuerto madrileño y se incendiara.
El octavo aniversario del suceso continúa marcado por la petición de víctimas para que la Justicia española reabra el caso para depurar responsabilidades y la sentencia de un juzgado que eleva la indemnización de una de las víctimas del siniestro.
Una comisión oficial que investigó el accidente concluyó que el siniestro se produjo porque la tripulación no había configurado bien el avión para el despegue tras una serie de fallos y omisiones, aunque el informe fue criticado por las familias y por un sindicato de pilotos.
VÍCTIMAS DE 12 NACIONALIDADES
Entre los fallecidos figuraban diecinueve viajeros procedentes de Alemania, Francia, Mauritania, Turquía, Brasil, Indonesia, Bulgaria, Italia, Suecia, Colombia y Gambia.
La presidenta de la asociación de víctimas, Pilar Vera, que perdió a su sobrina en el siniestro, pidió hoy a los jueces que sigan el ejemplo de un juez catalán que ha elevado la indemnización a una víctima de 148.990 a 235.632 euros (de 168.813 a 266.983 dólares al cambio actual), al aplicarle el reglamento europeo en esta materia y no el baremo de víctimas de tráfico, como ha ocurrido en el caso de este accidente.
Ocho años después, las víctimas aún reclaman que las autoridades esclarezcan qué sucedió aquel trágico día y se abra una comisión de investigación en el Congreso español.
Loreto González, que viajaba en el avión y perdió a su hija de 23 años, tuvo que sufrir muchas operaciones y someterse a rehabilitación. Hoy dice que está mucho mejor físicamente, pero que "el corazón está igual de partido".
"Estoy mal", dijo a la prensa; "porque los muertos no vuelven, por desgracia, y la justicia no actúa".