Después del color verde... ahora cierran una piscina olímpica por mal olor
La polémica por el color y el estado del agua de las piscinas de los Juegos Olímpicos sigue creciendo. El martes y miércoles de esta semana, los recintos de saltos de trampolín y de waterpolo en el centro acuático Maria Lenk pasaron del color azul a otro verde no muy agradable. El Comité Organizador se apresuró a aclarar que la situación no era peligrosa para los deportistas y que obedecía a una reducción del nivel de alcalinidad de las aguas. Admitieron que los responsables de la piscina fallaron por no haber tenido en cuenta que el elevado número de nadadores podía incidir sobre el pH.
También prometieron que el problema se solucionaría en pocas horas, pero lejos de arreglarse la situación ha empeorado hasta tal punto que el comité organizador ha tenido que cerrar la piscina de saltos de trampolín. Los deportistas se habían quejado en las últimas horas de malos olores e incluso algunos habían subido fotos a las redes sociales en las que aparecían tapándose la nariz. "Toda la sede huele como si alguien se hubiera echado gases", escribieron algunos atletas en las redes sociales.
El portavoz del comité organizador, Mario Andrada, confirmó el cierre y dijo que se tomó la decisión para resolver el problema pronto. Lo cierto es que desde que el agua pasó a ser verde, los problemas se han multiplicado. Este jueves, varios jugadores de waterpolo se quejaron de que había sido peor el remedio que la enfermedad y que los intentos de arreglarlo sólo han causado problemas.
"Yo apenas podía abrir los ojos al final", criticó Tony Azevedo, capitán de waterpolo de Estados Unidos, según recoge el Washington Post. "Son los Juegos Olímpicos y están poniendo tanto cloro en el agua que la gente no puede ver. No puede ser", añadió.
Esas declaraciones las suscribió el húngaro Gergo Zalanki, que aseguró que le dolían los ojos por el agua. En su opinión parecía que le habían añadido más cloro, pero señalaba que también podía haber algo más.
¿A QUIÉN LE IMPORTA EL COLOR?
Mientras, los organizadores de los Juegos Olímpicos mantuvieron que los niveles químicos de la piscina "están dentro de los estándares requeridos". "Hemos tratado las dos piscinas y los niveles de alcalinidad han mejorado", afirmó el portavoz olímpico Mario Andrada, quien reiteró que no existe ningún riesgo para los deportistas.
Con todo, no quiso especificar qué tratamientos estaba recibiendo el agua, aunque la utilización de cloro suele ser habitual. De hecho, algunos expertos consultados por el propio Washington Post afirman que los problemas como los que sufrían las piscinas suelen tratarse con grandes cantidades de cloro.
Eso explicaría la irritación de ojos que sufren los waterpolistas, ya que, si el agua no se filtra las suficientes veces, el cloro se deja notar. Sea como fuera, lo que está claro es que los deportistas sienten que el problema se ha agravado. "Lo que es molesto no es el agua verde. He jugado en un montón de piscinas con el agua así", aseguró Azevedo, quien añadió: "¿A quién le importa el color? Lo que importa es que sea seguro para nosotros".