Una periodista la estaba entrevistando después de la semifinal de 100 metros espalda de los Juegos Olímpicos de Río. En un momento de la conversación, la periodista le hace saber que ha hecho un tiempo de 58,95. Y su reacción al conocer la marca -ella pensaba que había tardado un poco más, 59 segundos- es difícil de describir.
Esto sí que es emoción. Lo demás, tonterías.
Pero ahí no acabó todo. Fu Yuanhui nadó en la final y consiguió el bronce con un tiempo de 58,76 segundos. Su cara de emoción y felicidad inmensa también es digna de ver. Y disfrutar: