David Guapo: "Mascotas' tiene una moraleja: no hay que abandonar nunca"
¿Sabes a qué se dedican tus mascotas cuando te vas de casa? No, no te creas que se quedan tranquilas, tumbadas en sus cómodas camas pendientes de la puerta por si en algún momento apareces... Durante esas horas, ellas son capaces de vivir intensas y divertidas aventuras.
Este es el argumento de Mascotas,la última película de animación de los creadores de Gru, mi villano favorito, que se estrena en España el próximo día 5 de agosto. La película llega avalada por la buena acogida que ha tenido en las taquillas británica y americana. En Estados Unidos, el primer fin de semana, recaudó casi 100 millones de euros, superando el récord de la oscarizada Inside Out (Del revés).
En la versión española, dos reconocidos rostros prestan su voz a los protagonistas de la película. La actriz Úrsula Corberó da vida a Katie —el único personaje humano—, la dueña del perro Max, el personaje principal de la historia. La intérprete, amante confesa de los animales, está encantada con este trabajo que, además, le permitió comprobar las dotes interpretativas de su perra Lolita, que con sus ladridos también ha intervenido en el doblaje.
La otra voz conocida es la del cómico y monologuista David Guapo, que da vida a Norman, una divertida cobaya que, como no podía ser de otra manera, pone la nota de humor en la pandilla. Con David hemos hablado días antes de su estreno y nos ha contado lo satisfecho que está con este trabajo.
David, ¿esta ha sido tu primera experiencia como actor de doblaje?
Sí, ha sido la primera vez que he hecho un doblaje profesional. Había hecho el tonto en casa, como todos: quito el volumen de la tele y doblo al presentador de la noticias.
¿Cómo surge? ¿Cómo te lo proponen?
Me llamaron porque desde los estudios creían que había un par de personajes con los que podía encajar, les cuadraba mi estilo de humor con las mascotas (no sé si es un halago). Además, como tengo una voz peculiar y reconocible pues pensaron que sería buena idea. Hice un par de pruebas y funcionó muy bien.
¿Te preparaste de alguna manera? ¿O directamente te dicen: ‘Hala, a doblar’?
Bueno, primero hice la prueba para ver a quién daba vida. Al final, la que más encajaba por tono y por todo fue la cobaya, Norman. El personaje se debe acoplar un poco a tu personalidad. No podría hacer un personaje nervioso porque soy bastante tranquilo. Norman es muy pasota e inconsciente, como yo, es muy feliz. Después, a ponerle la voz. En este sentido, el doblaje está muy ligado a la música, al ritmo y al tempo, y por ahí lo pillé rápido.
¿Qué papel desempeña Norman en la historia?
Norman es un miembro de la pandilla de animalillos del barrio, uno de los mejores amigos de Max, y es el más despistado y el que es menos consciente de los peligros. Él siempre está contento porque no es consecuente con la gravedad de las situaciones. Ayuda porque es muy positivo, pero no contribuye demasiado en la resolución de los problemas del grupo porque es un inconsciente.
Pero es el que más humor aporta a la historia, ¿verdad?
¡Síiiii! Esa inconsciencia y el contraste con el resto de personajes aportan mucho humor. La película en sí es una comedia muy coral, muy divertida, aunque Norman es el más gracioso. Está mal que yo lo diga, pero es la realidad.
¿Cuánto tiempo tardaste en doblar a Norman?
Dos días porque no es uno de los personajes que más peso tienen en cuanto a apariciones, pero sí es el más denso y contundente.
¿Te has visto bien dando vida a Norman?
Sí, yo sí. Además me ha gustado mucho la experiencia, ha sido muy divertida. Me he sentido muy cómodo haciéndolo.
¿No tiene mucho que ver con lo que haces habitualmente?
No, pero sí. Se trataba de darle mi personalidad a Norman, mi tono y mi sentido del humor, y que adquiriese un poco de la esencia de él… Y al final, como Norman se parece a mí, no he tenido que interpretar mucho.
¿Qué rasgos de personalidad tenéis Norman y tú en común?
En lo que más se parece a mí es que es feliz siempre, no se deprime ni se viene abajo… Es muy zen en ese sentido. Si está mal la cosa, vamos mal; y si está bien, vamos bien… pero siempre vamos felices.
¿Qué es lo que va a enganchar a los espectadores?
El principal atractivo es que es una película que tiene mucho humor, muchos gags. Tiene un montón de personajes graciosos, muy bien trabajados. Es una película que hace reír a todo el mundo, a adultos y a niños. Como adulto, lo ves con unos ojos; y como niño, con otros. Al final, es un humor muy para todos los públicos: para un niño adulto y para un adulto-niño.
¿Lleva implícita alguna lección de vida?
Más que lección de vida, tiene una moraleja: no hay que abandonar nunca. También resalta valores como la amistad y el trabajo en el equipo. Pero para mí, lo mejor que tiene son las risas y que a partir de ese momento verás a tus mascotas con otros ojos.
¿Tienes mascotas?
Ahora mismo no puedo tenerlas. Me gustan mucho pero con mi trabajo, que siempre ando de gira, me es imposible. No quiero tenerlas para dejarlas abandonadas cada dos por tres, o buscándoles casa. Cuando tenga una etapa más asentada, sí que adoptaré.
A la espera del estreno... ¿Cómo está siendo el verano?
Desde el mes de julio estoy recorriendo España con mi espectáculoQue no nos frunjan la fiesta. Pero dentro de unos días me voy a tomar un descansito y a finales de agosto empezaré a prepararme para todo lo que viene este año, que no es poco.
¿Y qué viene?
Empiezo con Tu cara me suena y ya estoy dando clases de canto… Además, también ando preparando un película. Esta es la segunda, porque ya hice Barcelona noche de invierno. La dirige Álvaro Díaz Lorenzo y se llama Señor dame paciencia. Será un película divertidísima. Solo sé hacer humor y no me veo haciendo drama. Seguro que si me ponen a hacer una escena dramática acabaría en risa.