El padre de una víctimas de la Love Parade: "Siento envidia del juicio del Madrid Arena"
Este domingo se cumplen seis años de la tragedia del festival de música electrónica Love Parade de Duisburg (Alemania), en el que, tras una avalancha humana, murieron 21 personas y más de 600 resultaron heridas. A día de hoy el caso está cerrado y sin juicio.
Tras cinco años y medio de investigación, el Tribunal de Duisburg decidió dar carpetazo al caso y no celebrar un juicio por falta de indicios suficientes de delito en contra de los diez acusados, cuatro empleados de la organización y seis miembros del gobierno de Duisburg. Por ello, el padre de una de las fallecidas, en declaraciones a El Huffington Post, compara el caso de Love Parade con el sucedido dos años más tarde en el Madrid Arena, donde murieron cinco personas.
Francisco Zapater declara que siente "envidia" porque España ha sido capaz de enjuiciar la tragedia del Madrid Arena en cuatro años. Una comparación que supone "una frustración tremenda" ya que, en Alemania, "un país del que se dice que es puntero en Europa, la justicia es arcaica. El sistema judicial alemán no ha estado a la altura de las circunstancias".
Los padres de las dos fallecidas españolas, Clara Zapater y Marta Acosta, han viajado a Düseldorf donde, junto a las familias de las 21 víctimas mortales, entregarán al Tribunal las más de 357.000 firmas que han recogido a través de la plataforma Change.org.
“Queremos entregar esas más de 357.000 firmas para intentar llegar a la sensibilidad del Tribunal, y hacerlo al margen de los procesos de apelación. Para que tengan un poco de sensibilidad y entiendan qué es meter más de un millón y medio de personas en un espacio donde sólo caben 200.000. Es una imprudencia temeraria. Cerrar el caso sin hacer un juicio hiere la sensibilidad de cientos de miles de personas que nos están apoyando”, asegura Francisco Zapater en un post publicado en la plataforma.
EL CASO FUE CERRADO CINCO AÑOS DESPUÉS
El Tribunal de Duisburg cerró el caso. Lo supieron cinco y años y medio después de la tragedia. “Fue un segundo golpe para nosotros”, explica el padre de Clara. Ahora apelan al Tribunal de Düseldorf.
“Sabemos que las firmas no vinculan, pero si el Tribunal debe interpretar la ley, en un contexto social, aquí tiene la prueba de que cientos de miles de personas piden que exista ese juicio”, añade Francisco Zapater.
En su opinión, en esta tragedia hay tres culpables principales. El primero de ellos, a su juicio, sería el dueño de la empresa organizadora del festival, “que antepuso su lucro personal a la seguridad de los jóvenes”. En segundo lugar, “un tonto útil, el alcalde de Duisburg, que se dejó llevar por las presiones de la empresa y no suspendió el festival pese a que apuntaba a tragedia. Y por último, las fuerzas de seguridad, que cerraron las puertas y taponaron varias salidas”.