Chuparse el dedo y morderse las uñas puede ser beneficioso para la salud de tu hijo

Chuparse el dedo y morderse las uñas puede ser beneficioso para la salud de tu hijo

Close up of mixed race baby sucking thumbBlend Images - JGI/Jamie Grill via Getty Images

Los niños que se chupan el dedo o se muerden las uñas tienen menos riesgo de desarrollar alergias a largo plazo, según revela un estudio publicado este lunes 11 de julio.

Si los pequeños tienen estos dos malos hábitos, lo más probable es que sean menos sensibles a los ácaros, al heno, al pelo de los gatos, de los perros y de los caballos o a las esporas de moho en el aire, tal y como afirman los investigadores del estudio, publicado en la última edición de la revista médica estadounidense Pedriatrics.

"MUESTRA EL LADO BUENO"

"Los resultados confirman la teoría sobre la higiene, según la cual estar expuestos desde pequeños a la suciedad o los gérmenes reduce el riesgo de desarrollar alergias", explica el profesor Malcolm Sears, de la facultad de Medicina de la Universidad McMaster en Canadá, principal autor de la investigación.

"No recomendamos que los niños lleven a cabo estas prácticas, pero el estudio muestra su lado bueno", añade. Los científicos trabajaron en Nueva Zelanda con un grupo de 1.000 niños nacidos a partir de 1972. Constataron que el 31% de los niños se chupaban el dedo con frecuencia o se mordían las uñas.

Entre todos los participantes, testados a los 13 años y hasta los 32, el 45% mostró predisposición a la alergia. No obstante, de los que se chupaban el dedo o se mordían las uñas, sólo el 40% sufría alergias. En el grupo de los que tenían ambos vicios, el porcentaje caía al 31%.

La ausencia de alergia en los niños persistió hasta la edad adulta. Sin embargo, el estudio no determinó el vínculo entre el hecho de chuparse el dedo o morderse las uñas y la aparición del asma o de la fiebre del heno, una alergia al polen.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición francesa de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del francés por Marina Velasco Serrano