¿No puedes dormir? Así se cuentan ovejitas en 2016
Una de cada tres personas en España tiene problemas para conciliar el sueño, cifra que puede empeorar en las noches de calor.
Para solucionarlo, nuestras abuelas contaban ovejitas; nosotros nos entregamos a las nuevas técnicas de relajación. ¡Y a caer en los brazos de Morfeo!
YOGA
La actividad física antes de dormir estimula el organismo y te despeja más. Por ello es preferible desconectar con alguna terapia de relajación como el yoga.
"La tensión física y mental nos impide dormir bien. Cuando estamos rígidos nos cuesta mucho conseguir relajarnos y, si lo hacemos, no descansamos de la misma manera. El yoga nos permite bajar esos niveles de tensión: en el aspecto físico, estira y relaja toda la musculatura, especialmente la de la espalda y el cuello, donde más tensión acumulamos", explica Mercedes de la Rosa, una de las creadoras de Freeyoga Project.
COLOREAR
El coloring (colorear los dibujos más diversos) triunfa entre los mayores de cinco años, sobre todo porque es capaz de relajarnos y hacernos olvidar los problemas mientras nos concentramos en pintar a Beyoncé o a Ryan Gosling.
RESPIRAR
Métete en la cama. Cierra los ojos. Olvídate de todo. Céntrate en tu respiración. Inspira por la nariz con calma. Exhala el aire lentamente. ¿Te viene a la cabeza un pensamiento que te aleja de ese estado de relax? Vuelve a centrarte en tu modo de respirar para recuperar esa sensación de placidez... Fácil, ¿no? Pues esa respiración consciente, habitual en la meditación, puede ayudarte a reequilibrar cuerpo y mente y, por tanto, a dormir.
Esa es la clave para conciliar el sueño mejor: respirar con todo el abdomen (y no solo con la parte alta del pecho), cinco o seis veces por minuto, sin pausas entre inhalación y exhalación y, si es posible, por la nariz, según sugiere Ana Berenguer, psicóloga y miembro de la International Breathwork Foundation.
HACER PUNTO
Otra de las técnicas rescatadas de nuestras abuelas y también perfecta para olvidar las tensiones del día. Es un ejercicio bastante mecánico que cada día gana más adeptos.
COMER
El menú nocturno debe ser ligero e incluir alguna pieza de fruta; todas tienen triptófano, un aminoácido que propicia la segregación de melatonina (la hormona que incita el sueño).
LEER
Los clásicos lo son por algo, porque siempre funcionan. Un libro en la mesilla de noche ayuda a conciliar el sueño siempre y cuando hablemos de un ejemplar en papel o un libro electrónico con pantalla de tinta, ¡nunca pantallas retroiluminadas!