Ikea ha decidido volver a lanzar una alerta de seguridad sobre sus cómodas y cajoneras. Así, la compañía sueca ha empezado a retirar 29 millones de aparadores después de que seis niños, todos ellos menores de tres años, hayan muerto en Estados Unidos los últimos 13 años al caer estos muebles sobre ellos. Tres de estos fallecimientos se produjeron entre 2014 y 2016.
La decisión afecta sólo a Norteamérica (EEUU y Canadá). La compañía sueca ha asegurado a El Huffington Post que esta alerta no es extensible a España y otros países, ya que el mismo aviso se hizo hace un año.
Ikea insiste en que las cómodas y aparadores deberían anclarse en la pared para evitar que puedan vencerse. De esta forma, en EEUU y Canadá recomiendan que todos aquellos que tengan estos muebles de cajones sin adherir a la pared deberían retirarlas del alcance de los niños. Para ello, plantean dos soluciones: a la vez que ofrecen kits gratuitos para anclar las cómodas, también permiten a los usuarios contactar con ellos para realizar la retirada y reembolso de estos muebles.
En declaraciones a la agencia AFP, Kajsa Johansson, portavoz de la compañía, ha hecho hincapié en que las cómodas "cumplen con los requisitos de estabilidad en todos los lugares donde se venden" y ha asegurado que el anclaje es un sistema seguro.
La alerta se hizo rápidamente extensible a España, donde insistieron de la necesidad de "concienciar sobre el riesgo de vuelco de mobiliario en el hogar y el respeto de las medidas de seguridad en el montaje y el anclaje de muebles". Entonces, la compañía recomendó dejar de utilizar aquellas cómodas para niños que superen los 60 centímetros de altura y las de adultos que sobrepasen los 75 centímetros si no están ancladas a la pared.