La cumbre sobre el Brexit, la más triste y tensa para la UE
No hace ni una semana del divorcio entre Reino Unido y la UE y la tensión, lejos de disiparse, no para de crecer. Es más, es ahora cuando las partes implicadas empiezan a vivir el proceso más doloroso, el de la la negociación para determinar cómo se va a proceder a la separación. Para comprobar esto no hace falta nada más que echar un vistazo a cómo ha sido la cumbre de este martes en Bruselas.
Ha sido allí donde ha quedado evidente, además, que el primer ministro británico -ya en funciones-, David Cameron, está solo. El premier ha llegado al Parlamento Europeo para explicar el Brexit y, al mismo tiempo, lanzar un mensaje de cordialidad. "Aunque dejemos la Unión Europea, no debemos dar la espalda a Europa. Estos países son nuestros amigos, nuestros vecinos, nuestros amigos, nuestros aliados y nuestros socios y espero que busquemos la relación más cercana posible", ha señalado este martes. Ha confiado en que el proceso de separación sea "lo más constructivo posible" y que este sea el espíritu que prime en las discusiones.
Al margen de las buenas palabras, la UE tiene claro lo que quiere, lleva diciéndolo desde el viernes pasado, día en el que se supo que los británicos dijeron sí a la salida: que Reino Unido actúe con rapidez y agilice el proceso de separación. De ahí que este martes el pleno del Parlamento Europeo haya adoptado una resolución en la que insta al Gobierno británico a activar "lo antes posible" el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea, primer paso necesario para negociar la salida británica del bloque comunitario.
"Con el fin de evitar una inseguridad perjudicial para todos y de proteger la integridad de la Unión, la notificación debe producirse lo antes posible", indica el texto respaldado por los eurodiputados, tras introducir una enmienda que sustituye con esa expresión la referencia inicial que pedía la activación "de inmediato". Tal y como añade la agencia Efe, en el documento también piden a los Estados miembros que modifiquen el orden de las presidencias de turno de la Unión Europea para evitar que las negociaciones para el 'Brexit' pongan en riesgo la gestión de la actividad diaria. En principio, a Reino Unido le corresponderá relevar el próximo año a Malta en la rotación y ejercer la presidencia europea de junio a diciembre de 2017.
FARAGE, EN SU LÍNEA
Pero además del voto, este martes ha dejado clara la que es la nueva realidad europea: momentos de reproches y tensiones, encabezados, como de costumbre, por el líder del eurófobo UKIP Nigel Farage. La mayoría de eurodiputados han intervenido para apelar a la unidad de Europa, apoyar el proyecto europeo y pedir a Londres que no dilate el inicio de las negociaciones para pactar su salida y definir el futuro de las relaciones bilaterales, pero Farage ha aprovechado para advertir de que su país no será el último en abandonar el bloque y ha afirmado que la victoria del Brexit da "esperanza" a los demócratas del resto del continente.
"Voy a hacer una predicción, Reino Unido no será el último país en abandonar la Unión Europea", ha remarcado el eurodiputado británico, que ha visto su discurso respaldado por la líder de la ultraderecha francesa, la eurodiputada del Frente Nacional, Marine Le Pen. "Es una bofetada a un sistema europeo cada vez más instalado en el miedo, el chantaje y las mentiras", ha afirmado por su parte Le Pen, que ha aplaudido el "desmentido sangrante" del pueblo británico contra quienes defienden la "irreversibilidad" del proyecto europeo.
Esto ha provocado que el presidente de la Eurocámara, Jean Claude Juncker, afeara a los eurodiputados de UKIP que sigan en la Eurocámara. "Es la última vez que aplaudes aquí", le ha dicho a Farage, para a continuación lanzar un ultimátum: "No notification, no negotiation" (Sin notificación del divorcio, no habrá negociación).
Juncker, arropado en el Parlamento Europeo por el Colegio de Comisarios, ha tenido palabras de reconocimiento para el comisario británico dimitido, Jonathan Hill, del que ha dicho que es "un verdadero demócrata" que ha asumido su responsabilidad. Hill ha sido ovacionado por la Eurocámara tras ser elogiado también por el presidente europarlamentario, Martin Schulz.
Mientras, en Reino Unido, las cosas no han estado mucho más tranquilas. El líder laborista ha tenido que ver cómo ha salido adelante la moción de censura presentada por sus propios compañeros, una prueba más de hasta qué punto la postura de Jeremy Corbyn se ha visto debilitada con el 'sí' al Brexit.
Tras las dimisiones de siete diputados laboristas este fin de semana, ahora Corbyn tiene que hacer frente a esta nueva polémica. Él insiste en que no dimitirá, pero la situación hace que la tensión empiece a ser insostenible.