¿Rajoy ya no es un veto para Rivera?
“Antes paso a la oposición. Que pacte el PSOE con Rajoy”. Esta ha sido la respuesta que el líder de Ciudadanos ha dado a El Huffington Post nada más acabar la rueda de prensa sobre si el presidente en funciones ya no es un veto a la hora de pactar con el PP. A la pregunta no se atrevían a contestar ni tan siquiera dirigentes tan de confianza de Rivera como Luis Garicano, “preguntale a él”, o Fernando del Páramo, “ya se verá”. “Si el PP y el PSOE están dispuestos a sentarse a formar gobierno, estaremos ahí, pero si la condición en una mesa de negociación son los sillones, Ciudadanos estará en la oposición” había señalado Rivera unos minutos antes frente a los medios.
Con ocho escaños menos que el 20D, 32 frente a los 40 conseguidos entonces, el ambiente entre los dirigentes y sus familiares era de alivio. Durante la jornada de hoy “ha habido momentos en los que nos daban un 5% frente al 13% que finalmente hemos logrado”, comenta una fuente del círculo de confianza de Rivera. “Cómo no vamos a estar contentos si nos daban 19 escaños esta mañana”, dice con una gran sonrisa una dirigente. Precisamente el reparto de escaños por la ley de D’Hont y como penaliza a los partidos más pequeños ha sido el argumento más repetido por Rivera para justificar la pérdida de diputados: “Ciudadanos ha bajado menos de un punto. Pero con solo un punto más, tendríamos 10 escaños más”. El líder de Ciudadanos ha vuelto ha insistir, como ya hizo en las elecciones de diciembre, en que “lo primero que vamos a hacer es tener una ley electoral donde todos los votantes valgan igual”.
Una de las sorpresas de la noche que más perplejo tenía al núcleo duro eran los 137 escaños obtenidos por el PP, 14 más que en las anteriores comicios. A eso se sumaba la satisfacción porque al final no haya habido sorpasso. Curiosamente, Podemos, en relación a las encuestas de opinión, ha perdido casi 20 escaños. Que es lo mismo que perdió Ciudadanos el 20D, respecto a los sondeos previos a las elecciones.
En la calle se ha ido animando el ambiente a partir de los 30 diputados, pues hasta entonces la sede transmitía una desolación impropia de una noche electoral. Los jóvenes, que le esperaban a dos pasos de la plaza de toros de las Ventas, compartían la misma alegría por el fracaso de Podemos y esa sensación de injusticia por la desproporción entre votos y escaños. Expectantes también ante los próximos pasos. ¿Se tragará su líder la promesa de no pactar con Rajoy? Sobre la mesa puede que no haya sillones, pero lo que seguro va a exigir Rivera es un cambio en la ley electoral que impida que se vuelva a repetir unos resultados como los de las dos últimas generales.